El presidente de la Pastoral Social de la Iglesia, monseñor Jorge Lugones, criticó el acuerdo que el Gobierno busca con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y además lanzó duras críticas contra la administración de Mauricio Macri por los índices de inflación y de pobreza.
Entrevistado por Radio María, monseñor Lugones, un hombre cercano al papa Francisco, comparó la realidad económica argentina con el día a día de un hogar, señala La Nación. «En una casa, cuando no entran sueldos y estamos gastando y haciendo gastos que necesitamos hacer, y encima pedimos un préstamo con alto interés, esa casa no va a prosperar de ningún modo porque de este modo no se puede salir adelante».
«Si nosotros tuviéramos mayor índice de Producto Bruto Interno, mayor comercialización, menor inflación se podría ver la posibilidad de pedir préstamos tan importantes, nada más y nada menos que al FMI, que sabemos a lo que aspira; lo ha demostrado en nuestra historia, en una triste historia de deuda externa argentina», agregó, y destacó que «así que nosotros no vemos que esta sea una salida inteligente».
Lugones dijo que «cuando uno escucha el discurso de varios funcionarios en los medios, nos están hablando de la gradualidad, es como que nos hubieran robado el término. Nosotros somos los que ponemos la gradualidad en el aumento de las tarifas, gradualidad en la inflación…de gradualidad acá no hay nada».
«Hay un sufrimiento de la gente drástico y un aumento de la inflación drástico. Entonces esto no es así como se presenta. Esto no es un diálogo realmente sincero. Acá tenemos que sincerar las cosas. No hacer un discurso político, en el mal sentido, para que alguien se quede tranquilo con lo que se dice. No nos quedamos tranquilos con lo que se dice», detalló.
Inflación y pobreza
El titular de la Pastoral Social también sostuvo que «estamos muy, muy tristes y realmente preocupados porque estamos acompañando muchas comunidades que están sufriendo en este momento este flagelo de la inflación y de la pobreza. Vemos que hablan mucho de la pobreza, pero el trato que les estamos dando a los pobres, que son un cuarto de la población del país, no es favorable».
«No estamos favoreciendo en la ayuda, por ejemplo, a las cooperativas, a los movimientos populares que están dando trabajo, incluso haciendo su aporte social con una asistencia social. No se está implementando el ayudar a esas economías que realmente están excluidas hoy, que son las que están moviendo los sectores más pobres de la población que muchos de ellos están en la indigencia», consideró.
En ese sentido, destacó: «eso no quita que tengamos un diálogo sincero y honesto sobre la realidad, y después podemos tener esperanzas. Ahora, cuando se cierran los caminos y solo se apuesta a este protagonismo financiero, así no hay salida».
«Lamentablemente vemos que hay un diálogo, que hay buenos modales, que hay buena conversación, pero no hay hechos realmente visibles que ayuden a los sectores menos protegidos, que son los que están bajo el índice de pobreza, incluso los que están en el índice de indigencia», concluyó
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