En la Unidad 14 de Esquel se celebró, finalmente, esta mañana la ceremonia del Año Nuevo Mapuche que venía reclamando, huelga de hambre incluida, desde el 30 de mayo Facundo Jones Huala. El ritual contó con la presencia de 18 personas, cerca de la mitad de las que le exigió el referente al juez federal Gustavo Villanueva. Los mapuches no pudieron ingresar con los cuchillos ceremoniales ni con las botellas de vino que figuraban en el pedido original y que Clarín había adelantado en exclusiva.
Según le indicaron fuentes judiciales a Clarín, el acto se realizó sin incidentes.
En este contexto el líder indígena volvió a comer alimentos sólidos después de una huelga de hambre que llevaba 25 días. En ese tiempo perdió alrededor de 10 kilos.
Desde el domingo unos 30 mapuches de Esquel, Cushamen y Bariloche permanecieron haciendo una vigilia afuera del establecimiento penitenciario. Hubo fogatas, personas alojadas en tiendas y cocina comunitaria. Las autoridades del lugar ordenaron reforzar la seguridad exterior con grupos de efectivos penitenciarios apostados a pocos metros.
Este lunes desde la mañana iniciaron el lento ingreso los mapuches autorizados a participar del Wiñoy Tripantu que recuerda la llegada de “un nuevo sol” y de cómo el agua de la estación limpia la tierra y la prepara para la siguiente. Entre los visitantes estaban la madre del lonko, Isabel Huala, su prima Romina Jones, su hermano Fernando Jones Huala y su pareja Andrea Millañanco. Todos hicieron una fila en silencio. Llevaban con ellos instrumentos musicales, ollas, agua en bidones y vestían ropas tradicionales. Mientras tanto los mapuches afuera proferían gritos y cantos alentando a su gente.
Durante el encuentro de cinco horas se hicieron diversas rogativas, la mayoría acompañadas del sonido de sus instrumentos musicales como el Kultrun y el kull kull.
Jones Huala permaneció más de tres semanas en huelga de hambre reclamando a la Justicia Federal que se lo autorice a hacer este encuentro. La semana pasada estuvo cuatro días sin ingerir líquidos un hecho que agravó notoriamente su salud.
El año pasado, el juez federal Guido Otranto se lo había permitido en un hecho prácticamente inédito en el país. Pero en esta ocasión el juez Villanueva le negó el ritual tal como lo requería el lonko: con 30 personas que portarían cuchillos, asado, alcohol, entre otros objetos que podían resultar peligrosos.
El martes pasado la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini ocupó pacíficamente la Casa de Chubut en Buenos Aires y consiguió dialogar telefónicamente con el gobernador de la provincia Mariano Arcioni. En esa conversación, Arcioni se comprometió a que Jones Huala podría concretar sus deseos. En otra llamada , Bonafini le aconsejó al lonko que vuelva a tomar agua.
“Es una ceremonia más acotada, pero se está llevando a cabo con normalidad. Desde afuera estamos haciendo un purrun para acompañar. Ingresaron niños y abuelos, todos tienen un rol asignado. Adentro esta la mamá, la abuela de Facundo y se quedarán hasta las 2 de la tarde por lo menos”, explicaba hoy temprano Romina Jones. «Es mucho más acotada de lo que debería ser. Esto ayuda a que pueda seguir afrontando esta detención ilegal, con mucha más fuerza y renovando un nuevo ciclo acompañado por la familia, la comunidad y otras comunidades», insistió.
Jones Huala entendió la intervención del gobernador Arcioni como un triunfo de su comunidad. “Le torcimos el brazo con la lucha a una parte del poder”, dijo días atrás. Este sábado a la madruga el grupo mapuche radicalizado Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), fundado por el propio lonko hace una década, volvió a cometer un atentando en el sur. Derribó una torre de comunicación y quemó equipos en la zona de Lago Puelo, Chubut. El sector todavía permanece sin internet ni televisión.
Clarín