Así lo confirmó el obispado de La Rioja, Marcelo Colombo, en una carta, en la que indicó que el Santo Padre autorizó la publicación del decreto que «reconoce el martirio en odio de la fe padecido por monseñor Enrique Angelelli, los padres Carlos Murias y Gabriel Longueville, y el laico Wenceslao Pedernera».
«En sus palabras cálidas y paternales, al comunicarme esta hermosa novedad, el Santo Papa Francisco me animó a comenzar cuanto antes los trabajos preparatorios para la oportuna beatificación de Mons. Angelelli y sus compañeros mártires y me expresó su alegría que este próximo 4 de agosto en La Rioja tengamos esta hermosa noticia para celebrar la Vida que nos viene del Señor y que en Enrique, Carlos, Gabriel y Wenceslao fue entregada por amor a Dios y a los hombres», indicó el obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Daniel Colombo.
Y agregó: «Muy conmovido de poder darles este anuncio tan esperado, agradezco a Dios que nos ha permitido como diócesis y junto a los Frailes Franciscanos Conventuales, acompañar este proceso canónico que puso de relieve la nobleza de la entrega de nuestros mártires, testigos con su sangre del Reino de Dios. En las próximas semanas podré comunicarles más detalles de la ceremonia de beatificación que compromete desde ya nuestra oración».
La beatificación es el paso previo en la Iglesia católica al reconocimiento de un fiel católico como santo.Antes de ser elegido pontífice en 2013, el entonces arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio había señalado que Angelelli había sido un mártir de la Iglesia «al dar la propia vida por sus ovejas».El 4 de agosto de 1976, el obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, murió en medio de un hecho presentado como un «accidente de tránsito» y 38 años después del episodio, en 2014, se esclareció como un «homicidio», lo cual solo permitió condenar a dos de los cincos acusados.
Se trató de los represores Luciano Benjamín Menéndez y Luis Estrella, ya que los otros tres imputados en la causa, Jorge Harguindeuy, Jorge Rafael Videla y Juan Carlos Romero había fallecido antes.El día de su muerte, Angelelli viajaba acompañado por el sacerdote Arturo Pinto, a bordo de un auto que terminó volcando tras haber sido encerrado por dos vehículos, según las investigaciones.El obispo se dirigía desde El Chamical a La Rioja para ver a un enviado del Episcopado y con varias carpetas donde reunía pruebas de los asesinatos de los curas Carlos Murias y Gabriel Longueville y de un laico muy cercano a él, Wenceslao Pedernera, a manos de las bandas militares de la época.Estos asesinatos ocurrieron quince días antes de su propia muerte y Angelelli, según testigos, supo que además era un anuncio de que el «próximo era él».
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