En la inflación minorista de septiembre, 6,5% respecto del mes pasado, se vio una relación donde la suba de precios núcleos (aquellos que no incorporan efectos estacionales o cambios regulatorios como los tarifarios) fue mucho mayor que el resto de los segmentos que conformaron el dato. Para muchos, el dato de inflación núcleo sirvió como evidencia del efecto de la devaluación en los últimos días de agosto.
Durante septiembre la inflación núcleo fue 7,6%, aventajando por bastante a la suba de precios estacionales (4%) y regulados (4,7%). Los precios mayoristas para el mes, mientras tanto, saltaron un 16%. El dato lleva la suba de precios en el sector a un 66% en lo que va del año.
Es la mayor suba en el Índice de precios internos al por mayor (IPIM) relevado por el INDEC desde abril de 2002, cuando el mismo incrementó un 20% en un mes. También refleja la aceleración que generó la última corrida cambiaria respecto de agosto, cuando el IPIM había informado una información mayorista del 4,9 por ciento.
El golpe por la suba del tipo de cambio se puede ver principalmente en los importados, que vieron repuntes por un 24,2%; en petróleo crudo y gas (24,5%); y en vehículos y autopartes (23,3%). También hubo una suba anormal de 28,3% en productos pesqueros.
Si bien no es un reflejo inmediato, los datos mayoristas, al representar los mercados concentrados de productos e insumos más básicos como alimentos, sirven al sector privado para construir cierto grado de expectativa respecto del dato minorista a futuro. En ese sentido, la magnitud del salto que representa el dato de septiembre es tal que se espera que se diluya a lo largo de los próximos dos meses.
El INDEC también dio a conocer los datos de insumos de construcción, que también presentaron subas importantes. La suba en el índice general de 7,3% terminó llevando el acumulado a 32,5%, y estuvo impulsada casi en su totalidad por la fuerte remarcación en materiales de construcción. El rubro experimentó una suba del 14% respecto de agosto y en lo que va del año ya duplicó el costo.
El sector mantiene una expectativa negativa de cara al resto del año, luego de una marcada desaceleración en la cantidad de créditos hipotecarios otorgados y la menor expectativa de cara a futuro en el sector de obra pública.
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