El drástico cambio sube el techo electoral de CFK y muestra la incapacidad de convencer del oficialismo. Brutal rechazo a la economía.
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que llegó a tener un saldo de imagen negativa de casi treinta puntos en 2016 (diferencia entre los que opinaban mal y los que opinaban bien), ahora tiene un saldo negativo seis veces menor, de apenas cinco puntos.
Al famoso techo electoral de CFK le aparecieron agujeros y hoy por hoy tiene chances de que la vote más de la mitad de la población. Ya no produce, ni por asomo, el rechazo de hace tres años.
Sin embargo, el proceso realmente asombroso es el de Mauricio Macri: llegó a tener un saldo de +21 por ciento de imagen positiva (57 por ciento opinaba bien y 36 por ciento opinaba mal en diciembre de 2015) y ahora tiene un descomunal -31,7 (menos 31,7), o sea 64,1 por ciento opina mal y 32,4 opina bien. En términos netos numéricos perdió 50 puntos y tiene seis veces peor imagen que CFK.
El derrumbe tiene que ver principalmente con la economía: siete de cada diez personas consideran que está mal o muy mal, pero sobre todo una sólida mayoría dice que la situación en su hogar y en el país era mejor con los gobiernos kirchneristas que ahora. Estos números se traducen también en que hoy CFK aventaja a Macri en un eventual ballotage con una diferencia de casi siete puntos, aunque con todo un proceso por delante y muchos indecisos.
Las conclusiones surgen de la encuesta mensual, exclusiva para PáginaI12, del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), la consultora que encabeza Roberto Bacman. En total se entrevistaron 1120 personas de todo el país, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico–social. Las entrevistas fueron telefónicas.
MAL MES
“Si abril fue un mes pésimo para el gobierno, mayo tampoco le está produciendo buenas noticias –afirma Bacman–. Es más de lo mismo a lo detectado desde hace un año atrás: la economía no arranca, las cosas al respecto empeoran de manera permanente y las preocupaciones, en la medida que el tiempo transcurre inexorable hacia la primera fecha electoral, se van convirtiendo en una marcada insatisfacción. Ojo que más de lo mismo no le quita importancia a esta cuestión”.
Por ahora, en el horizonte no aparece una mejora porque la mayor parte de los ciudadanos considera que el rumbo es equivocado. El punto es que esa es la opinión de casi todos los que se ubican como opositores, pero también de la mitad de los independientes, es decir que los que no se consideran ni oficialistas ni opositores.
Sucede también que una mayoría piensa que la Casa Rosada no sabe cómo resolver los problemas, porque cuando el CEOP preguntó sobre la propuesta de pacto o acuerdo con la oposición, más de la mitad de los encuestados contestó que estaba de acuerdo con la frase “el gobierno convocó a la oposición porque no sabe cómo resolver la situación económica”. Es decir que la confianza en el equipo de Macri está en un bajísimo nivel.
Bacman sostiene que “es incuestionable que el Gobierno día tras día va perdiendo posicionamiento y credibilidad, y al mismo tiempo evidencia signos de debilidad frente a la opinión pública. Macri, que en los dos primeros años de su gestión ocupó el centro de la escena política, a punto de convocar a un cambio cultural en la Argentina, hoy no logra instalar con contundencia el atributo de gobernabilidad”.
LA CLAVE
El punto clave es la comparación entre el gobierno de Macri y los gobiernos de los Kirchner. Nada menos que el 58 por ciento dice que en su hogar, personalmente, está peor ahora que durante las administraciones K. Eso es taxativo porque tiene que ver con la propia experiencia del encuestado. Pero también cuando se compara cómo está el país ahora y en los gobiernos de los Kirchner, igualmente el 54 por ciento afirma que está peor en la actualidad. Y es seguro que buena parte de los consultados no tiene presente el efecto del endeudamiento que no se siente tanto hoy en día, pero se sentirá en el futuro.
El cuadro de situación ha evolucionado desfavorablemente para el oficialismo. “Sin lugar a dudas la economía será lo central de cara a los próximos comicios –redondea Bacman–. Un valor cuantitativo lo resume de manera elocuente: seis de cada diez electores la tendrán en cuenta al emitir su voto. Le va a resultar muy difícil a la Casa Rosada tratar de contraponerle otras cuestiones, como ser inseguridad o corrupción. Es más: la economía también será tenida en cuenta por los propios votantes actuales de Cambiemos. Una situación que pone en riesgo a un tercio de su propio caudal, especialmente aquellos que lo eligen de modo más periférico. Ni hablar con los independientes, que en su mayoría tienen pésima opinión sobre la cuestión económica”.
El proceso es impactante. En los últimos tres años se ha visto a CFK entrar veinte veces a Comodoro Py, casi siempre acusada por el mismo juez. Hubo allanamientos, un fiscal en excavadora, embargos insólitos de miles de millones de pesos, falsas noticias de dólares en Estados Unidos y Seychelles, arrepentidos, bóvedas inexistentes y tapas cotidianas en los grandes medios. Nadie sabe si las cosas continuarán así, pero por ahora el score es demoledor: CFK está con la menor imagen negativa de los últimos años y, al menos por ahora, con aprobación en ascenso.