Los médicos cirujanos del Hospital Zonal Esquel hicieron lo imposible por recuperar el pabellón auricular del enfermero que sufrió la salvaje agresión del marplatense Sebastián Maximiliano Thomsen que lo atacó con patadas voladoras a la cabeza y de remate le muerde la oreja izquierda hasta prácticamente arrancársela.
Radio 3 visitó a en su domicilio a la víctima de esta agresión desmedida quien relató con detalles todo lo ocurrido esa madrugada de furia del domingo pasado «Cuando me trato de incorporar, me tira una patada a la cabeza, esa patada me marea un poco y me da contra la pared. El es una persona muy grande creo que es luchador, rompió una puerta y cuando se incorporó me pega la patada en la cabeza, no conforme me pega una piña en toda la cara y otra patada en el tórax a la altura de las costillas» relata Ariel que nunca trató de responder a las agresiones sino de evitarlas.
El damnificado también expuso la pasividad del policía que cumple funciones de consigna en el hospital a quien define como un mero observador del desbarajuste que el enardecido paciente estaba provocando «estaba viendo todo lo que pasaba y nunca hizo nada, lo tengo filmado y actuó muy mal, es mas en todo el hospital hay un solo hombre de seguridad privada, quien trató de mediar en el escándalo y le pegaron a él también porque estaba hecho una fiera el tipo mientras el policía no hacía nada, yo no sé si se inhibió o estaba nervioso, o si era su primer laburo».
«Se hablan tantos disparates de que esperó dos horas, pero pasaron 15′ que esperó y se alteró, por eso pienso que si el tipo (por el policía) sabe hacer su trabajo, tendría que haber pedido refuerzos y decirle tranquilizate tenés dos opciones o pasas a que te atiendan o te detenemos y estuvo diez minutos, porque si vos llamas a la policía en tres minutos está en el hospital por la escasa distancia; porque si esta persona hubiese entrado con un arma, hoy no la estamos contando. Es prevención, ellos están para brindar seguridad a mi que yo estudié para ayudar a la gente, no puede ser que yo esté calmando a una persona violenta que no es mi trabajo, es trabajo de la policía».
Prosiguió el enfermero que «En el forcejeo caímos al sector de enfermería y en un momento me doy cuenta, como que algo me corta en la oreja y lo veo que escupe un pedazo, me empezó a sangrar mucho con un calor impresionante de dolor entonces me doy cuenta que me había arrancado la oreja, trato de liberarme y voy a buscar un apósito para calmar el sangrado y me suturen la oreja y lamentablemente hoy me dieron la noticia que se necrosó todo y mañana (por el miércoles) me tiene que sacar el pabellón auricular que ya está necrosado y la verdad no sé que sigue de ahora en adelante» manifestó apesadumbrado.
Radio3