Con el valor del petróleo por el piso, Neuquén depende más que nunca de un guiño de Nación para autorizar el precio sostén del crudo. Sería una forma de obtener recursos ante la caída de la actividad,
FERNANDO CASTRO – fcastro@lmneuquen.com.ar
Empresas en cesación de pagos, 20.000 trabajadores en sus casas percibiendo salarios básicos, caída de la producción. El coronavirus puso en un cuadro inédito a Vaca Muerta. Pero no solo eso. La presión del freno en los pozos se hace sentir en las finanzas públicas y en la actividad económica que impacta en el nivel de recaudación de la provincia. Es un escenario de crisis con pocos registros en los últimos años. En este contexto, las provincias productoras siguen apostando una de sus fichas al barril sostén, el valor del crudo que desacoplaría el precio local del internacional, como una suerte de salvataje para pequeñas productoras y arcas públicas de las provincias con petróleo.
El gobernador Omar Gutiérrez sostuvo ayer que era “optimista” acerca de un acuerdo sobre el precio sostén, al que ve concretándose “en las próximas horas o días”.
Las señales del mercado mundial siguen siendo preocupantes. El acuerdo al que arribó la OPEP+, con el recorte de unos 10 millones de barriles de producción tras el descalabro que implicó la puja entre Rusia y Arabia Saudita, sigue sin dar pistas claras acerca del barril de Brent que, sobre todo, quedó más bien atado al freno mundial de la economía: el coronavirus se lleva puesto cuanta industria pase por su camino y la petrolera, con grandes potencias productoras como Estados Unidos, no es la excepción.
Esto, en síntesis, es lo que impacta de lleno en el país.
La baja en la demanda por al caída del consumo de combustibles y generación eléctrica, entre otros factores, es el peor de los escenarios posibles para los superpozos de Vaca Muerta (y para el resto de las cuencas productoras) que tienen algunos de los mejores desempeños del segmento shale en el mundo.
La contraparte es la que cada día se profundizó un poco más, en una de las semanas más fatídicas del último tiempo: la cadena de pagos virtualmente rota, la necesidad de salir a tomar deuda para las pymes que son un motor esencial de la creación de empleo y sostenimiento de la actividad económica en Neuquén y otras varias provincias.
Para Neuquén, que durante los dos últimos años había podido disimular los coletazos de la crisis nacional, el precio sostén es una forma de atenuar el parate económico, sobre todo en la obtención de fondos frescos para dar pelea en los duros meses que podrían venir por el impacto del coronavirus.
La provincia cuenta cada peso, en un contexto en el que buena parte del presupuesto provincial está comprometido en el pago de salarios del Estado provincial, al igual que los municipios, de los que es un garante primordial a la hora del giro de recursos.
El nuevo contexto no hizo distinciones: para las mismas operadoras que contaban los meses y calibraban al nuevo gobier-
no nacional para tener una noción de cuándo podrían exportar, hoy se trata de ajustarse los cinturones y esperar mejores condiciones.
En el medio, la suerte de miles de empleados: los principales gremios del país aceptaron una oferta salarial luego de participar de una serie de deliberaciones en las que no hubo margen de negociación. Es una de las aristas de este duro contexto en el que los sindicatos preservaron miles de empleos, señaló Imneuquen.