Un grupo de economistas británicos instó hoy al gobierno del Reino Unido a suspender de inmediato el pago de los alquileres y las hipotecas por tres meses para ayudar a al menos 1.2 millones de inquilinos y deudores de créditos hipotecarios en riesgo por la crisis económica que está causando la pandemia del coronavirus.
Según un nuevo informe publicado por expertos de la ONG británica New Economics Foundation (NEF), 1.2 millones de inquilinos se encuentran entre los 5.6 millones de trabajadores con mayor riesgo de tener que depender de las ayudas y subsidios del gobierno.
Si bien el gobierno británico lanzó un paquete de ayuda financiera sin precedentes para amortiguar el golpe, incluidos estos subsidios salariales, millones aún corren el riesgo de caer en las redes de la seguridad social como el llamado Crédito Universal.
Para la institución, la suspensión temporal de los desalojos mientras dure la emergencia no alcanza para palear las dificultades financieras de los inquilinos.
Consideró que es probable que estos inquilinos tengan que depender del Crédito Universal y reveló que según los datos obtenidos, un trabajador con salario mínimo a tiempo completo que se ve obligado a depender del Estado, podría enfrentar una reducción del 45% en sus ingresos si pierde su empleo.
Para ello aconsejó introducir una suspensión de alquiler de una manera responsable y económicamente viable presentando una legislación de emergencia para todos los inquilinos, incluidos aquellos que están fuera de la economía formal, como el caso de los que están en una situación migratoria irregular.
Por otro lado, sugirió también que el gobierno suspenda las hipotecas por el mismo período para proteger a los propietarios y evitar que los bancos se beneficien de la crisis.
«Esto también significaría que los propietarios que tienen hipotecas que pierden ingresos por la suspensión del alquiler no pagarían tampoco las cuotas», explicaron.
Según los expertos, el Banco de Inglaterra debería introducir préstamos de bajo costo a los prestamistas hipotecarios, para suavizar cualquier problema de flujo de efectivo causado por la congelación de la hipoteca.
La organización indicó que estas medidas sólo tendrían un costo adicional marginal para el gobierno y gran parte del déficit lo compensarían los préstamos a proveedores de hipotecas del Banco de Inglaterra, que eventualmente se pagarían mediante una extensión de los contratos de alquiler e hipoteca.
“Muchos inquilinos, incluyendo a los que ya eran vulnerables económicamente antes de esta crisis, están cayendo en los sistemas de apoyo del gobierno, dado que muchos pierden una parte considerable de sus ingresos», expresó Joe Beswick, Jefe de Vivienda y Terrenos de la New Economics Foundation.
Sugirió que el gobierno debe actuar con rapidez para evitar que los inquilinos entren en una profunda inseguridad financiera o en dificultades causadas por los costos de la vivienda.
Subrayó que si se quiere evitar una crisis de desalojo por los atrasos en el pago de los alquileres tras la crisis de salud pública, se debe suspender la obligación de pagar el alquiler inmediatamente.