El nuevo presidente de los Estados Unidos expresa una actitud más distante hacia Pyongyang que su antecesor. Télam dialogó con especialistas para analizar el cambio de estrategia de la Casa Blanca.
Si en algo busca diferenciarse Joe Biden de Donald Trump es en su relación con Corea del Norte, ya que el presidente estadounidense no piensa reunirse con el líder norcoreano Kim Jong-un, a quien el magnate neoyorquino solía adular para que detenga su programa nuclear.
Esta semana, cuando se le preguntó a la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, si Biden se sentaría a dialogar con el presidente Kim, como hizo Trump en el pasado, respondió: «Yo pienso que su enfoque sería completamente diferente, esa no es su intención».
Desde que asumió la Presidencia, el pasado 20 de enero, Biden ha mostrado una actitud «fría» hacia Pyongyang, aunque se manifestó partidario de la vía diplomática, si este país elige el camino de la desnuclearización nuclear.
Las declaraciones de Psaki ocurrieron después de que el país asiático lanzara dos nuevos tipos de misiles balísticos, de corto alcance, lo que provocó que Washington pidiera una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
Durante sus primeros pasos en política exterior, Biden no solo se mostró distante con el Gobierno norcoreano, un aliado de China en la región, sino también con Rusia y su presidente Vladimir Putin, a quien el mandatario calificó recientemente de «asesino», durante un reportaje con la cadena ABC News.
Al respecto, el líder ruso dijo brevemente: «Quien lo dice, lo es».
«La lógica indica que Biden tiene una posición más demócrata, lo cual significa mayor liberalismo. O sea que está en un camino diferente con los Gobiernos no democráticos. Y Corea del Norte pasa a formar parte de este nuevo eje contrario a la democracia junto a China», dijo a Télam el analista Sebastián Vigliero.
El profesor de política internacional de la Universidad de Buenos Aires (UBA), señaló que Rusia «a veces se comporta del lado de EEUU, y otras veces apoya a China, con mucho pragmatismo y cierto equilibrio de poder».