Cada día cuesta más comprar frutas y verduras por la inflación constante que le gana a los salarios.
Las variables macroeconómicas y la época de cosecha son las que más afectan al precio de los alimentos frescos para consumo inmediato, y pese a que en determinados meses su precio no aumenta significativamente, cuando lo hace impacta de lleno en el bolsillo familiar.
En Comodoro ya se pueden ver comercios que ponen a la venta el durazno y la ciruela por $1.000 pesos.
Si bien el precio difiere según el negocio, ya son varias las verdulerías de barrio que exponen estas frutas a ese precio.