Hay un “vaso medio lleno” y otro “medio vacío”, en relación a los combustibles, aunque tratándose de la temática habría más bien que hablar de tanques, cada vez menos llenos por el precio de las naftas y el gasoil.
Si se analiza la evolución en los surtidores durante el último año, es decir tomando los precios de marzo de 2022 y comparándolos con los que rigen desde la semana pasada, surgen algunas sorpresas.
La primera, agradable, es que la nafta súper evolucionó muy por debajo de la inflación. En efecto, mientras en marzo de 2022 los surtidores comodorenses de estaciones YPF reflejaban un valor de $91,10, el precio actual, de $151,90, equivale a una suba del 66,7%.
La buena noticia, entonces, es que creció por debajo de la inflación del último año, de un 102%. La mala, es que seguramente seguirá subiendo para alinearse con esa referencia de precios generales.
El precio de la nafta Infinia, por su parte, también evolucionó por debajo de la inflación, ya que entre marzo de este año y el mismo mes del año pasado acumula un 73%, al subir desde $119,20 hasta los actuales $206,50.
También en este caso cabe la misma conclusión, ya que la diferencia implica que todavía tiene margen para subir para adecuarse al índice general de precios, algo que parece ocurrir desde comienzos de este año.
El gasoil común, en cambio, sí tuvo un ritmo más cercano a la inflación, de casi un 91% en el último año, al elevarse desde $105,80 por litro hasta los actuales $202. El Infinia Diesel es el combustible que más se actualizó, incluso por encima del IPC, al superar el 109%, ya que un año costaba $128,10 y ahora cotiza a $268,10, por encima incluso de la Ciudad de Buenos Aires.