¿Todo concluye al fin? El PRO gana cada elección en CABA desde 2005. No perdió ninguna ejecutiva, pero tampoco legislativa. Su marca es una garantía de victoria aún en momentos dramáticos para el electorado porteño, como 2019, cuando Alberto Fernández se quedó con la Presidencia. En esa misma ocasión, Horacio Rodríguez Larreta obtuvo el 56% de los votos, un porcentaje inédito en la breve historia electoral porteña.
Pero la Ciudad de Buenos Aires vivía otro proceso. Estaba aterrada por el regreso del kirchnerismo, y le dio al candidato de Juntos por el Cambio, la coalición dominada por el PRO, un respaldo unívoco, casi como poniendo un muro con el Conurbano, que imaginaba como un peronismo capaz de cruzar la General Paz para romper los helechos y agapantos que criticaba Cristina Kirchner.
El Frente de Todos fracasó. A CABA le sacó la mayor parte de la coparticipación, pero no las plantas y, al terminar el proceso, la candidata Patricia Bullrich no pudo entrar al balotaje. Ganó Javier Milei con el apoyo del PRO y el partido fundado por Mauricio Macri inició el duro camino en la búsqueda de su identidad, ya que buena parte de su electorado se fue con La Libertad Avanza y nadie sabe si va a volver y si lo hace en qué porcentaje.
Una sola cosa se sabe: si las elecciones fueran hoy, no hay garantías de que gane el PRO, porque el partido se está desdibujando, Mauricio no quiere ser candidato en las legislativas del año próximo y no están a la vista «amarillos» que puedan hacer la diferencia frente a eventuales candidatos «violetas».
La esperanza: CABA es el distrito donde peor mide Milei
Es verdad que la Ciudad no es el distrito donde mejor le va a Milei. Incluso quizás es el más difícil para él. El electorado porteño desprecia mayoritariamente sus formas rudas y modos violentos. Pero ante un escenario no ejecutivo, en la mesa chica del PRO evalúan que es probable que el electorado porteño se divida en cuatro. A saber: un cuarto el PRO; otro cuarto, LLA; otro en manos de Leandro Santoro con el peronismo y el último cuarto, los grupos más chicos, desde la izquierda hasta nuevas coaliciones de derecha.
«Si Mauricio insiste con no ser candidato a senador, estamos en problemas. Jorge no tiene un gabinete de figuras que descollen, no tiene ministro taquillero», aseguró a El Cronista un miembro de la mesa chica porteña.
Un ministro que tiene buena imagen es Fernán Quirós, quien en la última encuesta de CB Consultores alcanzó el 53% de imagen positiva y solo 13% de imagen negativa, pero no es un funcionario cercano al jefe de Gobierno, incluso compitió con él por la candidatura para gobernar la Ciudad.