River Plate se adueñó del clásico, por la jornada 15 de la Liga Profesional de Fútbol 2024. En un duelo bastante parejo, todo se definió en la última jugada.
En la vuelta de Marcelo Gallardo a La Bombonera, el que terminó festejando fue River. Con gol de Manuel Lanzini, el primero desde que se cruzó nuevamente la banda roja, le ganó 1-0 a Boca el Superclásico y se quedó con mucho más que tres puntos en la Liga Profesional. Al Xeneize le anularon el empate sobre la hora por una mano de Milton Giménez.
Más allá del empuje en el arranque del Xeneize, que logró la amonestación de Federico Gattoni a los diez segundos e insinuó con un tiro libre que cruzó toda el área grande y salió por el fondo, fue un primer tiempo para el olvido y quedó reflejado en la pasividad de Diego Martínez en el corralito local.
La ocasión más clara fue un derechazo potente de Miguel Merentiel a los nueve minutos y ni siquiera valió, debido a que el juez de línea levantó la bandera y cobró posición adelantada después de la notable atajada de Franco Armani.
Cuando más avanzaba el reloj, más se afirmaba el Millonario en terreno bostero. Primero lo atacó por ambos costados, gracias a las estampidas de Fabricio Bustos y Enzo Díaz. Hasta que encontró la llave del gol por el carril central. A los 19, Manuel Lanzini le ganó la espalda a Ignacio Miramón en el círculo central, condujo a toda velocidad y abrió hacia la izquierda para Facundo Colidio, quien se sacó de encima a Cristian Lema y definió de zurda.
Su disparo explotó en el pecho de Sergio Chiquito Romero y, en el rebote, el N°10 riverplatense se terminó frotando las manos: solo tuvo que empujarla a la red para el 1-0. Lo gritó con alma y vida, como aquella tarde noche hace una década en La Bombonera, donde marcó su último gol con la banda roja cruzada al pecho.
River pudo irse al vestuario con un resultado más holgado, pero el arquero azul y oro enmendó un error de Marcos Rojo, quien había peinado mal una pelota, y le tapó el mano a mano a Colidio.
Para el complemento, Boca movió el banco y rápidamente exhibió otra cara: Miramón, de deslucido rendimiento, le dejó su lugar a Exequiel Zeballos. Y el Changuito, fiel a su estilo, empezó a encarar y revitalizó a sus compañeros. Antes del cuarto de hora casi marca la igualdad, pero Franco Armani salió a cortar justo y Kevin Zenón no pudo capitalizar el rebote.