Ola calor salió cara y invierno. La reciente ola de calor dejó dos mensajes en claro: el primero es que tuvo un costo muy alto, dado que se debió recurrir a múltiples importaciones de energía. Y el segundo es más preocupante ya que puso de manifiesto la necesidad de que la reversión de las plantas compresoras del Gasoducto Norte esté lista antes del próximo invierno.
Con el termómetro marcando valores en torno a 37 en la región del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y por sobre los 43 grados en las provincias del Noroeste (NOA), el sistema eléctrico estuvo a punto de batir el récord histórico de demanda, pero no lo hizo a raíz de los apagones que se registraron en varias provincias.
Al margen de esto, las jornadas agobiantes marcaron el ingreso de importaciones de energía para poder cubrir la mayor demanda, que se dieron tanto en energía eléctrica que de acuerdo a los registros de la Compañía Administradora Mayorista del Mercado Eléctrico (Cammesa) se dieron tanto desde Brasil como desde Bolivia.
Pero a la par de esto, se dieron dos situaciones con el suministro de gas natural con destino a la generación térmica. La primera estuvo focalizada en la zona norte de Buenos Aires y el cordón industrial de Santa Fe en donde se inyectaron tanto el lunes como el martes 3 millones de metros cúbicos de gas natural provenientes de la regasificación del GNL que está acopiado en el buque de Escobar.
Este cupo de reserva de gas licuado que quedó del invierno está precisamente destinado a paliar situaciones extremas, como la ocurrida, pero pone en claro que no quedará demasiado saldo para el inicio del invierno.
La segunda situación vinculada con el gas se centró en las provincias del norte, en donde se debió nuevamente recurrir a la importación de gas desde Chile, comprándole al vecino país parte del GNL que ellos habían adquirido.
Esto se debe a que si bien se inauguró la reversión del Gasoducto Norte, para poder llevar gas desde Vaca Muerta al sector antes aprovisionado desde Bolivia, esas obras no están completadas y aún resta revertir dos plantas compresoras para permitir que el gas llegue a la cabecera norte del ducto.
De acuerdo al cronograma que se conoció el año pasado, una de las plantas compresoras se espera que esté revertida en marzo y la segunda en mayo, en las puertas mismas del invierno.
Pero esta situación pone en alerta a las provincias del norte, ya que de no llegarse a tiempo, o de darse una ola de frío temprana, se corre el riesgo de tener que recurrir nuevamente a la costosa importación de gas ya que en esa zona del país las centrales térmicas no son duales y no pueden por ende funcionar con líquidos como el gasoil.