La Casa Rosada acelera contactos con las provincias en medio de la presión internacional y la derrota en Buenos Aires.
Sin embargo, los mandatarios esperan el resultado electoral antes de cerrar entendimientos con el Presidente.
Desde el inicio de su gestión, Javier Milei aplicó un fuerte ajuste fiscal que afectó a las provincias con la quita de fondos automáticos y compensatorios. Esta decisión generó resistencia en los gobernadores, quienes comenzaron a coordinarse y marcar diferencias en el Congreso. Según TN, la desconfianza persiste, aunque nadie descarta abrir canales de comunicación.
El impacto internacional
La presión no solo llega desde el ámbito local. El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, le pidió a Milei ordenar el frente político y alcanzar un acuerdo con los gobernadores como condición para avanzar en la ayuda financiera hacia la Argentina. Este pedido aceleró las reuniones y derivó en la convocatoria del Consejo de Mayo en Casa Rosada, donde estará presente Alfredo Cornejo en representación de los mandatarios.
Chubut, escenario clave
En paralelo, el bloque Provincias Unidas prepara un acto en Puerto Madryn con la participación de Ignacio “Nacho” Torres como anfitrión. El encuentro busca consolidar un bloque de al menos 20 diputados en el Congreso y enviar un doble mensaje: independencia de la Casa Rosada y capacidad de organización política. Estarán presentes líderes provinciales como Gustavo Valdés, Maximiliano Pullaro y Martín Llaryora.
Las provincias marcan los tiempos
Gobernadores como Sergio Ziliotto (La Pampa) remarcaron que “la Argentina productiva nace en las provincias”, mientras que Gustavo Sáenz (Salta) cuestionó “la soberbia” del Gobierno nacional. Otros, como Alberto Weretilneck (Río Negro), sugieren que recién después de octubre podría abrirse un escenario más propicio para acuerdos.
El día después de las elecciones
El futuro inmediato dependerá del resultado electoral. Milei necesita apoyo legislativo para avanzar con reformas estructurales, mientras que los gobernadores requieren fondos y obras para sostener sus gestiones. La negociación será inevitable: la duda es si se dará en un marco de resistencia provincial o en un esquema pragmático de cooperación.
La política argentina atraviesa un momento de reacomodamiento. El Gobierno busca apoyo territorial y los mandatarios provinciales esperan que las urnas definan la correlación de fuerzas. El diálogo está abierto, pero los acuerdos, por ahora, deberán esperar.