Reconocen al ecomuseo Barda del Desierto en Río Negro con premios internacionales.
El ecomuseo Barda del Desierto, ubicado en la localidad de Contraalmirante Cordero, en el norte de Río Negro, fue distinguido con el Premio a la Práctica Museística Destacada 2025 (OMPA), otorgado por el Comité Internacional para Museos y Colecciones de Arte Moderno (CIMAM). Es la primera vez que una institución argentina recibe este reconocimiento, que se suma al premio de la Fundación Williams.
Un museo sin edificio en la estepa patagónica
Según La Nación, Barda del Desierto es un ecomuseo privado de uso público y a cielo abierto, que se extiende sobre 70 hectáreas de bardas norpatagónicas. Utiliza tecnologías digitales de impacto ambiental nulo, como códigos QR, para acceder a registros audiovisuales y sonoros de las obras emplazadas en el paisaje.
El equipo está integrado por María Eugenia Cordero, Cecilia Maletti, Flavia Visconte, Belén Arenas Arce y Carla Gebetsberger.
Origen y evolución del proyecto
El proyecto comenzó en 2014 como Residencia Artística Barda del Desierto, en la Escuela Primaria N°135 de Contraalmirante Cordero. Hasta 2019 se realizaron seis ediciones con más de cincuenta artistas, curadores e investigadores nacionales e internacionales.
En 2022 se consolidó como museo, concebido como una arquitectura territorial y digital, donde el paisaje es el soporte principal. Las obras se geolocalizan en tres salas: Tiempo, Mapa y Ficciones, y se complementan con exposiciones temporarias de artistas patagónicos.
Obras y recorrido
El museo cuenta con 19 obras digitales de artistas de Argentina y otros países como México, Brasil, Colombia, Chile y Perú. El recorrido requiere celular, auriculares, calzado cómodo, gorra, protector solar y agua, ya que se realiza caminando por la estepa.
El acceso es libre y gratuito durante todo el año, aunque se recomienda evitar temperaturas extremas.
Reconocimiento internacional en Turín
La distinción fue anunciada en noviembre durante la 57ª Conferencia Anual del CIMAM en Turín, Italia. El comité destacó la innovación, sostenibilidad y compromiso ecológico del proyecto. Junto al museo rionegrino, fueron premiados la Bergen Kjøtt Foundation de Noruega y el Museo Palestino de Birzeit.
María Eugenia Cordero, directora del museo, señaló que el reconocimiento “valora un proyecto arquitectónico de límites difusos, un museo sin edificio que articula arte contemporáneo, arquitectura, tecnologías digitales y comunidad desde una perspectiva ecológica y no extractiva”.
Financiamiento y nuevos proyectos
El museo se sostiene con un modelo mixto y austero, basado en alianzas institucionales, colaboraciones con artistas y universidades, y gestión independiente. En 2025 recibió además el Premio Fundación Williams, que aportará $30.000.000 para desarrollar el proyecto Sombra en 2026.
Asimismo, participa en el libro Educación y arte en territorio, editado por Malba y la Pinacoteca de San Pablo, como caso de estudio de “museología expandida”.




