Bullrich asegura controles estrictos para frenar el ingreso de criminales desde Brasil.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó que el Gobierno activó la alerta máxima en todas las fronteras con Brasil tras la masacre ocurrida en Río de Janeiro durante un operativo contra el Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil.
La medida busca impedir el ingreso de criminales vinculados al narcotráfico y reforzar la vigilancia fronteriza. Según informó C5N, la ministra detalló que se aplicarán controles exhaustivos sin afectar el paso de turistas.
Alcance de la alerta máxima y controles fronterizos
Bullrich explicó que la alerta máxima implica una vigilancia intensificada sobre todos los ciudadanos brasileños que ingresen a Argentina, verificando antecedentes y asegurando que no se confunda a turistas con integrantes del Comando Vermelho.
“Vamos a tener una reunión en el Ministerio de Seguridad, y voy a disponer la alerta máxima en las fronteras para que no pueda haber ningún tipo de cruce o pase de aquellos que evidentemente se deben estar moviendo de lugar desde la centralidad del conflicto en Río de Janeiro”, afirmó la ministra desde Casa Rosada.
Masacre en Río de Janeiro: cifras y contexto
La Defensoría Pública de Río de Janeiro confirmó que la cifra de fallecidos tras el operativo policial ascendió a 132, tras la búsqueda de familiares por parte de los habitantes de los barrios afectados. El operativo tenía como objetivo detener a 51 integrantes del Comando Vermelho, pero terminó mostrando la capacidad de expansión y poder de fuego de la organización.
El Comando Vermelho surgió en 1979 en la prisión de Ilha Grande, donde un grupo de internos asesinó a seis reclusos rivales. Desde entonces, la facción ha crecido hasta dominar gran parte de las zonas suburbanas de Río y tiene filiales en 20 estados.
Expansión y operaciones internacionales
A partir de 2022, el grupo inició un proceso de expansión para recuperar territorio mediante alianzas con bandas regionales y presos de cárceles federales. Actualmente, controla la Ruta Solimões, un corredor de cocaína desde Colombia y Perú, y tiene influencia en envíos hacia Europa y África.
El Comando Vermelho también maneja su propia red logística, incluyendo embarcaciones semisumergibles conocidas como “narcobarcos” y la aplicación Rotax Mobili, que regula el transporte de drogas y asegura la obediencia de sus conductores. Sus líderes tienen bases en los complejos de Penha, Alemão y Rocinha, desde donde coordinan operaciones regionales y ejercen control territorial, funcionando como un Estado paralelo en ciertas zonas de Río de Janeiro.




