Tras el ingreso formal del proyecto de Reforma Laboral al Senado, las principales cámaras que representan a las pequeñas y medianas empresas expresaron sus primeras impresiones.
Mientras algunas entidades ven aspectos positivos, como la mayor seguridad jurídica, otras advierten sobre un impacto negativo en el mercado interno y los salarios.
APYME: una reforma que será «un tiro en el pie» para el mercado interno
La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) manifestó un rechazo contundente a la iniciativa del Gobierno. Julián Moreno, titular de la entidad, declaró a Noticias Argentinas que el proyecto «es un tiro en el pie» para los trabajadores y, en consecuencia, para las propias pymes.
Moreno argumentó que, en una relación laboral ya desigual, la reforma perjudicará el poder adquisitivo de los trabajadores. «Los principales clientes que tenemos las pymes provienen del mercado interno y eso se alimenta fundamentalmente por el salario de los trabajadores, que se va a ver reducido. Por lo tanto, para nuestro sector va a ser peor sin lugar a dudas», explicó. Además, criticó que la normativa contemple «como formal» vínculos laborales que, en su visión, no lo son, lo que calificó como una «pauperización del empleo».
IPA: apoyo cauteloso a los fondos de indemnización y la seguridad jurídica
En una posición más favorable, aunque con matices, se expresó Industriales Pymes Argentinos (IPA). Su presidente, Daniel Rosato, destacó a Noticias Argentinas algunos puntos que considera «muy importantes», especialmente los vinculados a las nuevas formas de indemnización.
Rosato se refirió positivamente a la creación del Fondo de Cese Laboral (FCL) y el Fondo de Asistencia Laboral (FAL), mecanismos por los cuales los empleadores realizarían un aporte del 3% de la masa salarial a una cuenta para futuras indemnizaciones. «El empleado tiene un beneficio importante que hoy no percibe porque debería recurrir a un juicio laboral», señaló, añadiendo que este sistema otorga «mayor seguridad jurídica, tanto para el empleado como para el empleador». Sin embargo, aclaró que aún hay puntos por debatir y consensuar, sobre todo con los gremios.
CAME: un análisis en curso sin posición oficial definida
Por su parte, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) adoptó una postura más cautelosa. Vicente Lourenzo, vocero de la entidad, indicó que se encuentran «analizando» el proyecto junto con sus abogados y que aún no tienen «una posición oficial». No obstante, adelantó que en la iniciativa «puede haber artículos positivos y otros muy negativos», reflejando la complejidad y división que genera el texto dentro del sector productivo.
Estas primeras reacciones muestran un abanico de posturas dentro del universo pyme, que va desde el rechazo frontal hasta un apoyo condicionado a ciertos artículos. El debate en el Congreso promete ser intenso, con un sector empresarial que no habla con una sola voz frente a una reforma que busca modificar las reglas de juego del mercado laboral argentino.




