El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, aseguró que la Policía bonaerense solicitó suspender el partido entre Independiente y Universidad de Chile durante el primer tiempo, ante señales de violencia inminente.
En una entrevista exclusiva, el funcionario apuntó contra la Conmebol y la seguridad privada del club por no actuar a tiempo, lo que desencadenó los graves incidentes que dejaron 111 detenidos y 20 heridos.
Advertencias ignoradas: el pedido de suspensión
Alonso detalló que, desde antes del partido, se observó comportamiento hostil en hinchas chilenos ubicados en la tribuna superior. “Había una actitud clara de que esto iba a salir mal”, afirmó. Durante el primer tiempo, la Policía recomendó suspender el encuentro para desalojar a la parcialidad visitante, pero el delegado de la Conmebol rechazó la propuesta. “Si el partido se suspendía en el primer tiempo, no hubiese pasado nada”, insistió el ministro, criticando la priorización del espectáculo televisivo sobre la seguridad.
Fallos críticos en seguridad y protocolos
El ministro destacó que la seguridad interior del estadio era responsabilidad de la Conmebol y del club, mientras que la Policía se encargaba del perímetro exterior. “Ninguno de los protocolos se cumplió”, denunció, señalando la ausencia de un cordón de seguridad privada que impidiera a los hinchas chilenos arrojar objetos desde la tribuna superior. Alonso describió destrozos masivos: “Destrozaron todo el estadio: arrancaron fierros, rompieron baños e inodoros”. La situación escaló cuando hinchas de Independiente rompieron una pared metálica para enfrentarse con los visitantes.
Balance y consecuencias: detenidos y heridos
El operativo resultó en 111 detenidos, 20 heridos (dos de gravedad) y varios policías lesionados. Alonso explicó que la fuerza evitó usar gases o balas de goma para proteger a familias presentes. “La prioridad fue rescatar a quienes quedaron atrapados”, afirmó. El ministerio trabaja con imágenes del estadio para identificar a más involucrados y aplicar sanciones ejemplares. Sobre los heridos graves, uno sufrió un golpe en la base del cráneo y otro cayó al vacío desde la tribuna.
Reclamos de responsabilidades y futuro
Alonso exigió que la Conmebol y el club expliquen las decisiones tomadas y advirtió que estos hechos obligan a repensar los protocolos para eventos internacionales. “Si no se saben comportar, que no vengan a la cancha”, sentenció. La Justicia investiga los incidentes, mientras el gobierno bonaerense promete ampliar las prohibiciones de admisión para barras violentas. El caso expone fallas sistémicas en la gestión de la seguridad en el fútbol sudamericano. Información extraída del medio Infobae.