La manipulación correcta de los alimentos es un aspecto central para prevenir intoxicaciones y cuidar la salud. Una de las dudas más habituales al momento de preparar pollo es si se debe lavar antes de llevarlo a la sartén o al horno. Aunque muchos creen que el enjuague lo limpia, los expertos en bromatología sostienen lo contrario, ya que lejos de eliminar bacterias, esta práctica puede expandirlas por la cocina.
En la superficie del pollo crudo pueden alojarse microorganismos peligrosos para el organismo, como Salmonella, Escherichia coli o Campylobacter. Estas bacterias no se eliminan con agua corriente. La única manera segura de neutralizarlas es mediante una cocción completa, que supere los 75 grados de temperatura interna.
No hay que lavar el pollo antes de cocinarlo, según un especialista
De acuerdo con C5N. A la confusión se suma la costumbre de asociar el lavado con higiene, algo válido para frutas o verduras, pero contraproducente cuando se trata de carne cruda. Diversos especialistas remarcan que al abrir la canilla lo que se consigue es salpicar restos contaminados sobre la mesada y los utensilios, generando un riesgo de contaminación cruzada que puede comprometer otros alimentos.
El debate, presente en redes sociales y foros de cocina, se alimenta de prácticas transmitidas de generación en generación. Pese a eso, la ciencia alimentaria advierte que es momento de cambiar hábitos, por lo que cocinar el pollo de manera adecuada es la medida más eficaz para evitar problemas de salud.
Por qué no se debe lavar el pollo antes de cocinarlo
Miguel Assal, especialista en bromatología, advirtió a través de su cuenta de TikTok que enjuagar el pollo antes de cocinarlo no solo es inútil, sino también perjudicial. Según explicó, el agua arrastra bacterias invisibles que terminan esparciéndose por toda la cocina, desde la bacha hasta cualquier superficie cercana.
El experto detalló que tres de las bacterias más frecuentes presentes en el pollo crudo son Campylobacter, Salmonella y Escherichia coli, todas responsables de enfermedades gastrointestinales que pueden ser graves. Por esa razón, remarcó que no se debe cocinar a medio punto, sino alcanzar siempre una temperatura superior a los 75 grados para garantizar la eliminación total de los patógenos.
En caso de haber cometido el error de lavar el pollo, Assal recomendó desinfectar inmediatamente la pileta o los utensilios utilizados. Para lograrlo, sugirió emplear una gota de lavandina concentrada, capaz de neutralizar bacterias y olores.
El video en el que brindó estas recomendaciones superó los 140 mil “me gusta” y generó un intenso intercambio de comentarios. Entre las reacciones más comunes, algunos usuarios se mostraron sorprendidos y cuestionaron la costumbre de enjuagar la carne, mientras que otros defendieron la práctica de remojarla en limón, vinagre o sal para “quitar impurezas”. Lo cierto es que, aunque sea un hábito muy arraigado, la evidencia científica muestra que lavar el pollo es un error que pone en riesgo a la salud.