La Justicia levantó la suspensión del estadio Libertadores de América–Ricardo Bochini, aunque la Agencia de Prevención contra la Violencia en el Deporte (Aprevide) mantuvo clausuradas dos tribunas tras los incidentes ocurridos frente a Universidad de Chile.
El juez José Luis Arabito, del Juzgado de Garantías N°3 de Avellaneda-Lanús, aceptó el pedido del fiscal Mariano Zitto y dejó sin efecto la medida cautelar que pesaba sobre la cancha de Independiente.
El club, presidido por Néstor Grindetti, había presentado un plan de seguridad de 40 páginas con protocolos específicos para situaciones de riesgo. El documento fue avalado por Aprevide y el Ministerio de Seguridad bonaerense, lo que permitió levantar la clausura.
No obstante, la Aprevide dispuso que no se utilicen la Tribuna Pavoni Alta y Baja, donde se produjeron los enfrentamientos entre hinchas argentinos y chilenos.
Conmebol sanciona con dureza a Independiente
Más allá de la reapertura parcial de su estadio, Independiente recibió una sanción ejemplar de la Conmebol tras los graves incidentes en la Copa Sudamericana.
El organismo descalificó al club de Avellaneda del torneo internacional y lo obligó a disputar 14 partidos sin público (7 de local y 7 de visitante). Además, aplicó dos multas económicas que en total superan los 250.000 dólares.
La Universidad de Chile también fue sancionada con 14 partidos a puertas cerradas y multas por más de 270.000 dólares.
Campañas contra la violencia y advertencias
Ambos clubes deberán realizar campañas en redes sociales y exhibir carteles con el lema “Basta de racismo, discriminación y violencia” en sus próximos encuentros como local.
La Conmebol advirtió que, en caso de reincidencia, las sanciones serán aún más severas. Los clubes tienen la posibilidad de apelar dentro de los próximos siete días.
Según C5N, el fallo busca sentar un precedente para erradicar la violencia en los estadios sudamericanos.
Un futuro complejo para el Rojo
Con la eliminación de la Sudamericana y las duras sanciones económicas, Independiente afronta un panorama complicado. La reapertura parcial de su estadio es un alivio, pero las restricciones de Conmebol marcan un fuerte golpe deportivo e institucional para el club de Avellaneda.