Lo anunció el juez a medianoche después de más de 12 horas de estudios; la familia identificó el cuerpo por los tatuajes; algunos de los expertos apuntan a un posible ahogamiento; el resultado sobre la causa de la muerte, en 15 días.
“Estamos convencidos de que es Santiago”. Así, tras más de 72 horas de incertidumbre, la familia Maldonado confirmó ayer que el cuerpo encontrado en el río Chubut tras 78 días de búsqueda es el del joven tatuador. Los hermanos reconocieron la identidad al inicio de la autopsia, cuando verificaron los tatuajes del artesano.
Pasada la medianoche, y después de más de 12 horas de autopsia, el juez Gustavo Lleral reveló la otra novedad importante del día: que el cuerpo del artesano no presentaba lesiones. El magistrado primero confirmó la identidad de Santiago Maldonado, no sólo por los tatuajes, sino también por los “rastros papilares”. Relató cómo se había desarrollado la pericia, con la presencia de más de 55 personas dentro de la sala, y 30 más afuera. Enfatizó que todas las partes estuvieron de acuerdo con el procedimiento realizado. Y después agregó: “Se pudo determinar que no hubo lesiones en el cuerpo”, explicó Lleral.
Fue mucho más prudente al hablar de la causa de la muerte, cuya determinación, según Lleral, llevará “más de dos semanas” por la necesidad de recurrir a “resultados complementarios”.
El estudio del cuerpo de Maldonado se extendió durante más de 12 horas. Decenas de expertos, entre médicos legistas, radiólogos, criminalistas, entomólogos y antropólogos realizaron ayer la pericia forense para estipular el cómo y el cuándo de la muerte de Santiago.
“Esto no quita que el responsable es la Gendarmería, por lo cual seguimos investigando para que se sepa la verdad y tener justicia”, dijo ayer Sergio Maldonado al reafirmar la postura de la familia frente al caso.
Según explicaron a la nacion expertos con acceso al trabajo de los peritos que trabajaron en la autopsia, “hay elementos que se pueden determinar durante el transcurso de la pericia y otros que requieren la extracción de muestras para un estudio posterior”. El camino de la pericia se trazó según los hallazgos parciales, con el objetivo de estipular la causa y el modo de la muerte.
La necropsia estuvo dirigida por el doctor Roberto Cohen, miembro del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema, que debió consensuar los puntos de estudio propuestos por los peritos de parte. Participaron las cinco querellas (la de la familia y las de los organismos de Derechos Humanos) y la defensa del subalférez Emmanuel Echazú, quien había presentado espontáneamente abogados en la causa por desaparición forzada. La autopsia tuvo la participación de los expertos del prestigioso Equipo Argentino de Antropólogos Forenses (EAAF) Luis Bossio y Carlos Vullo.
Entre los participantes, el perito de la familia Maldonado fue Alejandro Inchaurregui, el antropólogo que participó del reconocimiento de los restos del “Che” Guevara. Gendarmería designó al médico forense Gustavo Burstyn Milberg, a un entomólogo y un experto en bioimágenes. El CELS nombró al médico legista y docente Ezequiel Amar.
Durante las pericias forenses se tomaron radiografías para detectar traumas en los huesos y la posible presencia de elementos metálicos, como balas. El objetivo fue estipular si hubo lesiones y en qué momento ocurrieron. Los estudios entomológicos, en tanto, observaron de forma macro y microscópica la presencia de pupas y diatomeas para estipular si el cuerpo estuvo en el agua o al aire libre, y durante cuánto tiempo.
Los estudios complementarios, posteriores, serían, entre otros, los cotejos de ADN para tener una prueba indubitable de la identidad y los análisis toxicológicos. Para sacar conclusiones, la información que se recoja durante la autopsia luego deberá ser cotejada con otros elementos. Por ejemplo, si el cuerpo tiene barro sería necesario compararlo con otras muestras de la materia en el lugar del hallazgo.
La necropsia, que se realizó en el laboratorio del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema, estuvo pautada para las 9.30, pero se vio dilatada por una reunión previa donde se fijaron las pautas del procedimiento y del protocolo para comunicar los resultados.
El juez Lleral estipuló que durante los trabajos se utilicen dos cámaras, una fija y una móvil, para registrar todo el proceso. A la dependencia quisieron ingresar los abogados de las partes, pero ninguno pudo presenciar el proceso, a diferencia de los dos veedores María Andrea Noms y María Celeste Perosino, que estuvieron para dar fe del peritaje.
El magistrado obligó a todos los peritos a dejar sus teléfonos celulares afuera del recinto donde se realizó la necropsia, de modo de quedar incomunicados con el exterior y evitar la filtración de información.
La viralización de las fotos del cuerpo, el miércoles pasado, fue un episodio que conmocionó a la familia y ayer la consigna fue poner el respeto por los Maldonado delante de todo.