Rusia convocó este sábado a reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tras el ataque aéreo de Estados Unidos, respaldado por Francia y Reino Unido, contra Siria, declaró el presidente Vladímir Putin.
Los ataques de Washington y sus aliados en Siria violan la Carta de las Naciones Unidas y las normas del derecho internacional, indicó el mandatario ruso.
En su declaración, el presidente Putin señaló que el ataque de misiles contra instalaciones militares e infraestructuras civiles en Siria es un acto de agresión contra un Estado soberano que se encuentra en la primera línea de la lucha contra el terrorismo.
Explicó que el bombardeo se llevó a cabo sin la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en violación de la Carta de la ONU y de las normas y los principios del derecho internacional.
«Con sus acciones, Estados Unidos agrava la situación humanitaria en Siria, causa sufrimientos a la población civil, favorece de hecho a los terroristas (como Damasco llama a los rebeldes) que llevan siete años martirizando al pueblo sirio y provoca una nueva ola de refugiados desde el país árabe y la región en su conjunto».
El presidente Putin declaró que «Rusia condena en los términos más serios el ataque a Siria» y «convoca una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar la agresión de Estados Unidos y sus aliados».
Sobre el supuesto empleo de armas químicas en Siria, alegado como pretexto para el ataque de este 14 de abril y del bombardeo del 7 de abril de 2017 sobre la base aérea de Shairat, el mandatario ruso subrayó que las naciones occidentales no quisieron esperar las conclusiones de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.
«Expertos militares rusos que visitaron la escena del supuesto incidente (en Duma) no han hallado rastros que apunten al empleo del cloro u otro agente químico. Ni un solo vecino local ha confirmado el ataque químico», remarcó.
A juicio del presidente ruso, la actual escalada militar en torno a Siria «surte un efecto destructivo sobre el conjunto de las relaciones internacionales».
«La Historia lo pondrá todo en su lugar», apuntó Putin. «Ya endosó en Washington el peso de la responsabilidad por las represiones sangrientas en Yugoslavia, Irak y Libia», añadió.
Estados Unidos, Francia y Reino Unido dispararon más de 100 misiles de crucero y misiles aire-tierra desde buques y aviones emplazados en el mar Rojo, el Mediterráneo y la zona de Al Tanaf, pero la defensa antiaérea siria derribó una parte considerable de estos proyectiles.
También el Comando General del Ejército sirio reportó que la mayor parte de unos 110 misiles lanzados fueron abatidos.
El jefe del Estado Mayor Conjunto estadunidense, general Joseph Dunford, afirmó más temprano que el ataque fue dirigido contra tres instalaciones relacionadas con el programa sirio de armas químicas —dos al oeste de Homs y una en la zona de Damasco.
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