En la continuidad del juicio oral y público contra una ex administradora del Colegio María Auxiliadora de Rawson por el faltante de 600.000 pesos en el año 2013, en la jornada de este jueves declaró la monja Luigina Silvestroni, directora del establecimiento durante los hechos que terminaron con el despido de la institución de Erica Juy que realizaba las tareas de manejo de los fondos e imputada en el caso.
“Al momento de pedirle el dinero que teníamos que mandar a la inspectoría de Bahía Blanca, y constatar que no estaba y además aseguraba que me lo había dado a mí terminó diciéndome que era la palabra de una contra la otra. Allí me senté y pedí un vaso de agua. Estaba presente el profesor Leonardo De Bello, representante legal del colegio en ese momento que de inmediato pidió que se le traiga una copia de los movimientos bancarios”, dijo la monja en alusión al diálogo que mantuvo con la administradora Juy. Fue en un encuentro ocurrido el 14 de marzo del año 2013 con el objetivo de coordinar el envío de fondos a la central del ese establecimiento y que pertenecían al llamado “fondo de resguardo”. Agregó que allí se decidió avisar a Bahía Blanca que el dinero no estaba, que tampoco había recibos ni documentación alguna que respalde el faltante. Días después arribaron a Rawson autoridades contables de la institución, se realizó un acta de lo ocurrido e inmediatamente dejar cesante a Erica Juy.
El dinero se conformaba con el pago de la cuota mensual de los alumnos y tenía como objetivo asegurar el pago de personal y otros inherentes al funcionamiento del establecimiento educativo.
La mujer imputada era empleada administrativa del establecimiento y la denuncia en su contra fue promovida por la Asociación Civil María Auxiliadora de la Patagonia, con sede en Bahía Blanca. La asesoría legal del Colegio María Auxiliadora de Rawson, formalizó la denuncia correspondiente ante la Justicia. El hecho se encuadra en el delito de “administración infiel”, el artículo 173, incisos 7 y 45 del Código Penal.
Juy debió haber bancarizado esos depósitos o en tal caso resguardarlos en una caja fuerte existente en el establecimiento. La ex empleada ahora sometida a proceso judicial, argumentó que esa suma se la había en importes parciales a la hermana Silvestrini, directora general del colegio durante ese año. La imputada agregó que la entrega la había efectuado en mano sin ningún tipo de recibo administrativo, a pesar de ser sumas importantes. Al respecto solo presentó como prueba de las entregas un papel impreso sin membrete y sin firma alguna, donde se registraron las sumas de dinero y las fechas de entrega. “Cada dinero que me daba por pequeño que sea el monto, siempre era bajo la entrega de un recibo”, dijo la monja sobre el proceder habitual de Juy a la que consideró que siembre tuvo una actitud correcta en sus actividades laborales.
La audiencia prosiguió con la presencia de más testigos de las partes y se aguarda que declare la imputada en el caso, según confirmó su abogado defensor, el doctor Marcelo Gelvez.