El Ministerio de Defensa decidió profundizar el ajuste en Fabricaciones Militares con despidos en las plantas ubicadas en Villa María y Río Tercero. En ambas dependencias trabajan unas 800 personas y según anticiparon sus autoridades a los dirigentes de ATE habrá unas cien cesantías. El aviso de los próximos despidos vino de la mano de un centenar efectivos de la Gendarmería a Río Tercero, que ingresaron a la fábrica para “salvaguardar” las instalaciones.
Los gendarmes llegaron a la planta de Río Tercero poco antes de las nueve de la mañana de ayer. El arribo de la Gendarmería puso en alerta a los 300 trabajadores que en ese momento desarrollaban sus tareas en ese lugar, donde hace días circulaba el rumor sobre la inminencia de un ajuste.
Dirigentes de ATE se reunieron con los responsables de la fábrica, quienes les comunicaron la decisión de Defensa de continuar con la reducción de personal. Daniel Albornoz, de ATE, contó a este diario que están previstos 70 despidos en Río Tercero y 42 en Villa María. “Nos conminaron a irnos en forma pacífica y así dejar en portería la lista con los 70 despedidos”, explicó sobre la situación en la fábrica de Río Tercero.
La llegada de los gendarmes fue tomada como una provocación por el gremio de estatales. Los trabajadores decidieron levantar la ocupación pacífica de la planta que habían resuelto en una primera instancia y abrir una ronda de diálogo con autoridades y dirigentes políticos de la ciudad, con el intendente radical Alberto Martino a la cabeza.
A comienzos de la semana, las autoridades municipales de Río Tercero enviaron un petitorio al Gobierno para pedir que no se tomaran medidas de reducción de personal. Incluso firmaron referentes políticos de Cambiemos. Martino no obtuvo precisiones del director de la fábrica en su encuentro de ayer por la mañana. Cuando se produjeron los despidos de diciembre, había conseguido el compromiso del Ministerio de Defensa de que no habría más recortes de personal.
Por la tarde se realizó una marcha en el centro de Río Tercero en protesta por los despidos. En diciembre pasado ya había habido recortes, con los despidos de 25 contratados en Río Tercero y 28 en Villa María.
El propio Aguad confirmó los recortes. “Estamos redefiniendo el rol de Fabricaciones Militares. Y esto significa hacer sacrificios que son dolorosos, que son graves”, manifestó a Cadena 3 el ministro de Defensa, quien explicó que “es probable que no haya renovación de contratos” y que se anticiparían jubilaciones. Habló de un déficit de 1600 millones de pesos en el área y que “nadie puede pensar que el país, después de 70 años de dilapidar recursos y de la corrupción sistemática, pueda salir sin sacrificios”.
Además de las plantas en Córdoba, Fabricaciones Militares tiene instalaciones en Fray Luis Beltrán (Santa Fe) y Jáchal (San Juan), además de la fábrica en Azul, que en el verano se llevó la peor parte del ajuste: el Gobierno decidió el despido de los 220 empleados y su cierre definitivo. “Habrá que luchar, aunque la experiencia marca que es muy difícil dar marcha atrás una decisión como esta en un contexto de achicamiento del Estado”, graficó Albornoz.
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