La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) autorizó la venta bajo receta en farmacias comerciales de todo el país del Misop 200, Misoprostol en comprimidos vaginales, en una concentración que facilita su uso ginecológico y obstétrico sin ninguna otra droga combinada. Actualmente las farmacias vendían una sola presentación de misoprostol combinado con diclofenac, Oxaprost, y sólo estaba permitida su compra para uso gástrico, a diferencia de la droga aprobada ahora.
Ya el 2 de julio, a pocos días de que la Cámara de Diputados diera medio sanción al proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, el organismo había permitido al laboratorio Domínguez que produjera el medicamento con envases de 4, 8,20, 48 y 100 comprimidos, aunque la venta era exclusivamente para uso institucional y hospitalario.
Pero a través de la disposición 946, publicada en el Boletín Oficial el 12 de octubre, la ANMAT extendió esa autorización al laboratorio para que pueda comercializar la presentación que trae 12 comprimidos en farmacias con venta bajo receta archivada. Según circuló, la empresa estima que estará disponible para la venta al público antes de que termine 2018.
Su uso facilitará la realización de interrupciones Legales de embarazos que estén enmarcados por el fallo FAL y el protocolo del Ministerio de Salud de la Nación para la atención de abortos no punibles, en todos los casos donde corra riesgo la vida o la salud de la mujer en un sentido físico o emocional.
“El misoprostol aumenta la frecuencia y la intensidad de las contracciones del músculo liso uterino (…). Estas propiedades del misoprostol permiten su utilización en la maduración cervical previa a una histeroscopía, o en otros procedimientos ginecológicos que requieran acceder a la cavidad uterina en la inducción del parto, en la prevención o tratamiento de la hemorragia posparto, o en la interrupción del embarazo en las condiciones establecidas por la legislación vigente en nuestro país”, apuntó la Anmat al momento de aprobar su uso hospitalario, el 17 de agosto de este año, tras el rechazo a la IVE de la Cámara de Senadores.
A pesar de que la OMS considera al misoprostol como un medicamento esencial desde 2005, recién este año la ANMAT permitió que esta droga sea de uso obstétrico en condiciones hospitalarias. Desde entonces, algunos diputados presentaron proyectos en el Congreso para que se garantice la producción nacional de las pastillas. Uno de ellos fue Daniel Filmus, del FPV-PJ, quien explicó que la iniciativa busca “garantiza el derecho al acceso equitativo a los medicamentos” y «garantiza la soberanía en materia de salud» en tanto prevé que sean los laboratorios de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos los que produzcan misoprostol y mifepristona. También establece que el Ministerio de Salud Nacional incluya ambos medicamentos en el Programa Médico Obligatorio (PMO).
El Laboratorio Industrial Farmacéutico de la provincia de Santa Fe (LIF) trabaja desde 2013 en la fabricación de misoprostol y estará en condiciones de abastecer al sistema público de salud de todo el país, una vez que terminen las pruebas de estabilidad sobre el primer lote de 100.000 comprimidos de uso obstétrico.
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