Lo hizo a través de su proyecto sobre reutilización de desechos urbanos para producción de hongos comestibles.
El proyecto dirigido por Alina Greslebien, investigadora del CONICET y ejecutado por Gonzalo Romano, becario cofinanciado de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Chubut, fue uno de los ganadores del Fondo para la Conservación Ambiental 2018.
Gonzalo Romano es becario postdoctoral cofinanciado de la Provincia y CONICET desde el año 2017 y su proyecto propone producir hongos comestibles a partir de la reutilización de desechos sólidos urbanos procesados en la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos de la ciudad (PTRSU) de Esquel. Desarrolla su investigación en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco – Delegación Zonal Sede Esquel.
El mismo participó entre 80 proyectos y fue uno de los cinco ganadores del certamen que organiza el Banco Galicia en conjunto con Fundación Williams en la novena edición del Fondo para la Conservación Ambiental que invitó a investigadores y organizaciones de la Sociedad Civil a presentar iniciativas sobre “Gestión de Residuos para Prevenir y Mitigar la Contaminación”.
La PTRSU representa un caso único en toda la región patagónica, donde se reciclan una gran parte de los residuos generados en Esquel. De las 50 toneladas de residuos que se recuperan todos los meses, alrededor del 34% corresponde a residuos orgánicos compostables que, junto con los residuos de poda del arbolado urbano, pueden ser aprovechados para testear soluciones biotecnológicas que sean adaptables a los distintos escenarios socioeconómicos y climáticos a las que pueden estar sujetas otras PTRSU del país.
El compost que se genera en la PTRSU de Esquel es inocuo y utilizable en jardines y huertas, incluso se los utiliza como abono para sembrar pasto en las plazoletas de la ciudad. Sin embargo, el volumen de generación de compost es mayor al que se puede utilizar para espacios verdes.
La posibilidad de generar un modelo replicable de cultivo de hongos comestibles asociado a la industria de la separación y recuperación de residuos ofrece además una oportunidad de desarrollo local genuino para el sector productivo, dado que los insumos son de un costo muy bajo y al mismo tiempo se maximiza la rotación de los residuos, permitiendo una alta eficiencia del circuito.
Este proyecto se enmarca dentro del concepto de economía circular, que plantea que todo residuo de una industria debe ser considerado un excedente y como tal, es aprovechable por otra industria. Así, el aprovechamiento biotecnológico de la fracción compostable de los residuos urbanos surge como una necesidad del sistema de mejorar el último escalón del circuito productivo, el de la reutilización.
El propósito en última instancia es, además del aprovechamiento de residuos, la generación de renta y demanda de mano de obra capacitada. En este sentido, el proyecto contribuirá ajustando técnicas para la producción de hongos comestibles a partir de residuos, con la intención de que pueda replicarse el sistema en otras PTRSU del resto del país..
Acerca del premio
Desde el 2010, Banco Galicia lleva adelante esta iniciativa, con el objetivo de financiar y divulgar proyectos de investigación aplicada que tengan como objetivo principal la conservación del ambiente, que contribuyan al conocimiento científico y que aporten a la sustentabilidad global. El mismo se ha consolidado a lo largo de todos estos años como un referente en la temática y una oportunidad de desarrollo para la comunidad científica y las organizaciones de la sociedad civil.
El Fondo para la Conservación Ambiental cuenta con el apoyo institucional de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, de la Administración de Parques Nacionales; y este año se suma el apoyo del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación debido a la temática particular de la edición.