Jorge Feliciano Olivera fue herido por un disparo el jueves pasado cuando se encontraba arreglando un automóvil en un taller mecánico del barrio San Martín. Luego de tres días falleció en la terapia intensiva del Hospital Regional. Sus familiares piden colaboración para poder trasladar su cuerpo a Misiones.
El mecánico de 22 años, Jorge Feliciano Olivera, recibió un disparo el jueves pasado mientras se encontraba arreglando un automóvil en San Martín y Las Rosas. El proyectil le explotó adentro del cráneo y se dividió en 5 partes comprometiendo su salud. El joven, oriundo de Misiones, fue operado y luego de tres días de lucha falleció en el Hospital Regional.
En medio del inmenso dolor por la muerte de Olivera, sus familiares solicitan ayuda para trasladar el cuerpo hacia Misiones. El trámite cuesta más de $100.000 y la familia no puede solventar los gastos.
“Nosotros queremos hacer el traslado hasta San Vicente para que descanse en paz, pero no tenemos recursos. Es injusto que no podamos trasladarlo, él es de la tierra roja y tiene que descansar en su tierra, con sus seres queridos”, expresó Eva Olivera, tía de la víctima, en diálogo con El Territorio.
Olivera era oriundo de San Vicente, más precisamente de la Picada Maderil, y hace aproximadamente dos años que se encontraba residiendo en Comodoro Rivadavia.
“Hace dos años estaba viviendo allá. Tenía su taller, no tenía problemas con nada ni nadie y lo mataron como un perro. No hizo nada malo, solamente se negó a arreglarle el auto a estos lacras que antes no le habían pagado”, añadió la mujer.
Apenas ocurrió el ataque, la policía inició su tarea de investigación e identificó al atacante, secuestrándole el vehículo, un Peugeot 206. De inmediato trascendió su identidad: Rodrigo Nieves, de 18 años. El joven sería integrante de la conocida familia que desde hace más de un lustro aterroriza a vecinos de los barrios Ceferino, San Martín y otros. Incluso no es la primera vez que se ven involucrados en un crimen, en forma directa o indirecta.
Por estas horas, los policías intensifican su tarea para dar con el sospechoso y llevarlo ante los jueces para que dé cuenta de sus actos.
El Patagónico