Lo reconoció en diálogo con Radio Chubut el presidente del Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano, Carlos Simionatti. El dato es revelador de que aquel anuncio, realizado al principio de la actual gestión por el fallecido gobernador, fue solo una expresión de deseo o una promesa de tono meramente político.
Simionatti admitió además que le costó mucho al IPV sostener el flojo nivel de obras porque el gran desafío cuando él fue convocado era reactivar los planes en marcha que se habían paralizado por falta de recursos.
El funcionario también manifestó su preocupación por los actos de vandalismo que se produjeron en el barrio km. 14 de Comodoro Rivadavia que estaba a punto de entregarse.
En tal sentido el titular del IPV descartó que haya existido una intencionalidad política como se deslizó y más bien lo encuadró en algún acto de vandalismo juvenil, similar al que se produjo en las escuelas.
A la hora de repasar los planes más recientes, Simionatti recordó que comenzó el proceso licitatorio para ejecutar 95 viviendas en Rawson, 28 en Trevelin y 36 en Valle Chico, además de viviendas aisladas destinadas a docentes y policías en distintos puntos de la geografía chubutense.
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