En la comunidad de Epuyén y en el resto de la Comarca Andina sigue preocupando la posible autorización para un proyecto turístico que apunta a sacar oro de la cuenca del arroyo Blanco, a pocos metros de su confluencia con el río Epuyén.
Se pronunció el Concejo Deliberante local, al votar la resolución 05/19, mediante la cual piden “información sobre explotación minera en Epuyén”, conforme han tomado conocimiento de la “disposición 133/18 de la Subsecretaria de Gestión Ambiental y Desarrollo Sustentable, aprobando un informe de impacto ambiental sobre un emprendimiento de explotación artesanal de oro aluvional de la mina ‘Puma’, ubicada en la localidad”.
Cuestionan al respecto que “no se ha realizado la audiencia pública que establecen las normas en vigencia para un emprendimiento de este tenor; y que los vecinos, linderos y beneficiarios del uso del agua cauce abajo, están preocupados por el futuro de su entorno y vida misma”.
Recuerdan enseguida que el cuerpo deliberativo “creo la reserva estricta abarcando las nacientes de la cuenca de este curso de agua, en función de que nuestra jurisdicción territorial se encuentra incluida en la Reserva de Biosfera Norandino Patagónica”.
En tal sentido, valoran como “importante y necesario que el Estado provincial considere la opinión de las comunidades sobre la conveniencia o no de la explotación minera, respetando a las autoridades representativas locales, antes de otorgar concesiones que afecten su hábitat”.
Reclamaron al Ministerio de Turismo que “informe si tuvo participación e injerencia” en el cuestionado proyecto. También piden “copia de toda documentación relacionada a habilitaciones de explotación minera de 1º y 2º grado en Epuyén”, en poder de la Dirección de Minas del Chubut.
Por último, los ediles exigen al Instituto Provincial del Agua (IPA) “para que se convoque perentoriamente a una reunión del Comité de Cuenca Lago Puelo, a realizarse en Epuyén, fijando día, hora y lugar”.
Cabe recordar que apenas se comenzó a hablar del tema, el intendente Antonio Reato dijo que “no es competencia del municipio más allá de que contamos con una norma que prohíbe taxativamente cualquier tipo de prospección minera”.
Asimismo, demandó “la competencia del Ministerio de Ambiente, solicitando que envíen técnicos para explicarle a la comunidad de qué se trata este proyecto”.
El tema también fue incluido la semana pasada en una reunión comarcal de concejales del Frente para la Victoria, donde expresaron su “rechazo a la megaminería y explotación minera de primero y segundo grado en Epuyén”.
La ordenanza 1194 declara a Epuyén como “zona no minera”, fundamentando que el Estado municipal “debe velar, a través de sus representantes, por el bienestar general; que el resguardo del derecho a una vida sana incluye necesariamente el cuidado del ambiente en general y que los cursos de agua de todo el ejido alimentan las napas subterráneas de los cuales se extrae para el consumo humano”.
Para grupos ambientalistas de la región, “lo extraño comienza cuando vemos la autorización para el uso de agua pública del arroyo Blanco con fines turísticos y recreativos” a favor de la empresa Puma.
“En una primera lectura del proyecto, uno se da cuenta de que cambia la modalidad de extracción de oro, donde no sabemos si van a usar cianuro o mercurio. Ya no es una mina con la batea para zarandear arena y piedras, sino que se habla de un emprendimiento turístico en ese mismo espacio de 320 hectáreas”, graficó Nelson Ávalos, uno de los referentes.
No obstante, el encargado de la firma, Fabián Zúñiga, adelantó que “no se utilizará ningún tipo de químicos para extraer el oro” y que “continuará como se viene haciendo históricamente. Hace 36 años que estamos en este río y jamás tuvimos intenciones de usar otro método que no sea el plato y la canoa de madera, que es lo que atrae a los turistas a hacer la experiencia”. Con todo, confirmó que “si el emprendimiento genera algún tipo de problemas o de división en la comunidad de Epuyén, los propios empresarios van a retirar el proyecto. Todos estamos en contra de la mega minería, pero esto es otra cosa, netamemente artesanal».
Diario Jornada