El sueño de San Lorenzo de volver a Boedo da un paso más: hoy cierra el Carrefour de avenida La Plata
El club tomará posesión en julio del predio para construir otra vez su cancha allí. Los hinchas festejan. Pero hay temores en varios vecinos.
Juan Carlos Ayude (67) sale con el carrito, frena a la altura de una de las entradas, se saca la campera para mostrar su camiseta y le pide a su mujer que le tome una foto. No le gusta posar, pero pasan dos cosas. Primero, que hoy es un día histórico. A partir de mañana, la pesadilla se termina. La segunda es un pedido de su hijo, que anoche lo llamó desde Barcelona y le dijo “vos que podés hacerlo, andá y mándame una foto”. Y ahora, cuando faltan minutos para el mediodía, ya con el pedido cumplido, dice: “No sé si me hace bien o me hace mal entrar a comprar… Yo vivía acá adentro, me crié en el club como tantos pibes de mi edad. Veníamos a la pileta olímpica, a la cancha, a los carnavales, jugábamos a la pelota. Avenida La Plata no es sólo la cancha. Nos sacaron mucho más que eso”.
Un señor de su edad se acerca y le pregunta “¿la entrada es por acá?”, en broma. Se llama Jorge Figueredo y es de su camada. Se conocen del barrio. Es otro vecino del que se crió acá adentro, y que vino por última vez. Pero hoy está contento. La única vez que entró con una sonrisa. “Quiero venir mañana y poder tomar mate en la puerta sabiendo que el lugar es de San Lorenzo otra vez. No hay un mango en el país, pero los hinchas estamos esperando que abran el fideicomiso para poner plata y comprar los metros que nos faltan”, dice y muestra un papel que le dieron adentro: “Te informamos que el local de Av. La Plata 1768 (Boedo) cerrará sus puertas de forma definitiva a partir del 5 de mayo. Te esperamos en todas nuestras sucursales y en Carrefour online”. Muchos de los hinchas se lo llevan de recuerdo.
Figueredo y Ayude se quedan conversando. La gente de San Lorenzo que viene a lo mismo que ellos se suman a la charla. Todos están de camiseta o campera del club. “Felicitaciones, cuervos. Hoy se termina el martirio”, dice uno, al presentarse. Otro cuenta que vino a comprarse dos whiskys: uno para festejar hoy, por el cierre. Y otro para el día de la inauguración del estadio. El resto se saca fotos o graba videos que suben a grupos de hinchas. Lo hacen adentro y afuera, en la zona de estacionamiento.
La sucursal Boedo de Carrefour cerrará sus puertas este domingo a la noche, con distintas góndolas vacías. El paisaje, por dentro, se pareció a esas imágenes que llegan de supermercados de Venezuela, completamente desabastecidos. No quedó un solo paquete de fideos, ni una lata de atún. Los autitos Hot Wheels volaron. Así pasó con varios productos en oferta.
San Lorenzo volverá a tomar posesión de las tierras desde el próximo 1° de julio. Por eso, se esperan para esta noche que miles de hinchas se acerquen.
Pero así es un día histórico para los hinchas, hay quienes están preocupados. Por un lado, los empleados del híper. No se los despidió, pero les ofrecieron un retiro voluntario. Los 170 trabajadores tienen tiempo hasta el 10 de mayo aceptar o no la propuesta. Y por otro lado están los vecinos. No todos, pero sí muchos.
Beatriz Roccaforte también vino a hacer compras. Conversa con Clarín en una de las salidas. No es de San Lorenzo, aunque conoció la cancha por su abuelo. Está en contra del estadio en el barrio. “El Hipermercado es el lugar de encuentro para mi familia. Con mis hijos nos vemos cada domingo a la mañana para hacer las compras, comer y conversar. No tenemos algo parecido en el barrio. El supermercado más cerca queda a treinta cuadras”. Roccaforte también enumera cuestiones que la preocupan. Son las mismas que manifiestan algunos vecinos en redes sociales: la desvalorización de su vivienda y el caos que se generaría un día de partido, más los posibles episodios de violencia.
“El barrio necesita lugares que contengan a nuestros pibes, lugares de recreación, que sean como una segunda casa. El problema es que todo está abocado al estadio”, agrega Lilian Fadel, vecina y Presidenta de la Asociación Amigos de la Av. La Plata, que también nuclea a comerciantes de la zona. Fadel comenta que vecinos y comerciantes están a favor de la construcción de un polideportivo y de los distintos gimnasios, porque generarían movimiento en el barrio. “Pero el estadio les genera terror”, asegura. “Creen que sus viviendas pueden pasar a valer mucho menos, y que en un día de partido puede haber disturbios que provoquen rotura de vidrieras, más el impacto ambiental”. Para ella, la mayoría de los vecinos no son de San Lorenzo, que ya no queda la gente de antes. Aunque cree que las tierras le pertenecen al club.
A Jorge Masci (47) le hicieron varias propuestas por su casa. Se la quisieron comprar para construir un edificio a cambio de dos departamentos para él. Se negó. Se crió en esa casa, ubicada a 150 metros de lo que fue y será un estadio. Y adentro del club, donde se conocieron sus padres. En este mismo espacio, dice: “En San Lorenzo no hay internas de barras como en otros clubes. Yo, el día de mañana, me pondría una panadería en la zona. Va a haber mucho más movimiento. Los comerciantes chicos van a trabajar bien. La vuelta Boedo tiene cosas buenas y cosas malas para el barrio. Pero la cuenta da en positivo. Y más si le ganamos a un gigante como Carrefour”.
Cómo sigue el proceso para volver al barrio
El proyecto de San Lorenzo, además del estadio, incluye una biblioteca, un museo, una delegación del Gobierno de la Ciudad, un establecimiento policial, un jardín, una primaria y una secundaria. El club tomará posesión de las tierras el 1° de julio, siempre y cuando abone las dos últimas cuotas de 1 millón de dólares del plan de pagos.
En noviembre pasado, el club presentó en la Legislatura Porteña el Proyecto de Rezonificación del predio de avenida La Plata. Es el que, en caso de ser aprobado, le permitirá conseguir las habilitaciones para la construcción del estadio y el resto de las obras. Deberá ser tratado por la Comisión de Planeamiento Urbano, para luego llegar al recinto de votación. Por el momento está en ese proceso, sin precisiones sobre posibles fechas de votación.