En Rusia, un hombre fue rescatado de la guarida de un oso que le había roto la espina dorsal y lo había arrastrado hasta el interior de la cueva para preservarlo como «comida» para el futuro.
El hombre, identificado por la prensa local como Alexander, fue encontrado gracias a los perros de un grupo de cazadores que recorría la zona, en la República de Tuvá.
Según relata el medio ruso The Siberian Times, los canes se detuvieron en el exterior de la cueva y comenzaron a ladrar agitados. A pesar de las órdenes de sus dueños, se negaron a seguir caminando, y ante su evidente nerviosismo, los cazadores decidieron adentrarse en la madriguera y averiguar qué había en su interior.
Al inspeccionarla, encontraron lo que en un primer momento les pareció «una momia humana» que comenzaba a descomponerse. Pero cuando se acercaron, el hombre moribundo tendido en el suelo abrió sus ojos azules y pronunció su nombre: «Alexander». Llevaba cerca de un mes cautivo en la cueva.
Ya en el hospital, Alexander relató con dificultad lo que le había ocurrido, aunque no fue capaz de recordar su apellido o su edad.
«El oso me preservó como comida para después», explicó.
Durante la pelea, el mamífero le rompió a Alexander la columna vertebral, según arrojaron los informes médicos. Esto le impidió levantarse y huir tras el ataque, pero también le hizo imposible alimentarse durante el tiempo que pasó en la guarida. Explicó que bebía su propia orina para sobrevivir.
Además, revelaron los médicos, presentaba «lesiones severas y tejido podrido», por la cantidad de horas que pasó tendido en el suelo sin moverse.
«Los médicos locales dicen que no pueden explicar cómo logró sobrevivir a tales heridas», cuenta la nota publicada en The Siberian Times.
La ubicación exacta en la que ocurrió , o el nombre del centro hospitalario en el que se recupera de sus graves lesiones, no fueron revelados, pero su impactante historia ya dio la vuelta al mundo, y recuerda a la vivida por Hugh Glass, el personaje de la película El Renacido, que llevó al actor Leonardo DiCaprio a ganar su primer Oscar.
Según aclararon los expertos, el comportamiento del oso pardo -también conocido como oso euroasiático- que atacó a Alexander, no es sorprendente. Es frecuente que estos animales cacen a sus presas y esperen días o semanas antes de devorarlas.
El investigador de la Academia de Ciencias Rusa, Ivan V. Seryodkin, explicó que esta especie suele esconder la rapiña de otros depredadores, mientras esperan que la carne se descomponga hasta que esté «madura», pues prefieren comerla así.
Los osos pardos euroasiáticos pueden alcanzar 2.40 metros de altura cuando se paran sobre sus dos patas traseras. Un macho adulto pesa entre 250 y 300 kilos, mientras que las hembras oscilan entre los 150 y los 250 kilogramos.
Infobae