«Deslicé para el costado y vi que estaban las fotos mías en las que se veía que yo estaba desnuda. Arriba aparecía la leyenda «22 fotos seleccionadas pasando a Luciano'», manifestó Belén.
Una joven de 19 años llevó su celular a un local de servicio técnico para que le reparen la pantalla dañada y terminó siendo víctima de un delito: un empleado le robó fotos íntimas. La chica radicó la denuncia. El hecho sucedió en Salta y fue informado por el diario El Tribuno de esa provincia.
«Llevé mi Iphone 7 a Liketech, sobre la avenida Bicentenario, el lunes pasado, por la mañana. Mi teléfono no prendía. Me atendió un chico llamado Luciano. Le dejé mi teléfono. Me pidió la contraseña. No es algo que a mí me pareció raro porque es un lugar al que yo concurro siempre. Hace dos años había llevado un celular con el mismo problema y también me habían pedido la contraseña», relató a El Tribuno Belén Saravia.
«Lo desbloqueé para ver cómo había quedado con la pantalla nueva. Yo tenía abierta la cuenta de Mercado Pago y eso me preocupaba porque tenía plata ahí. No había podido cerrar nada ni borrar porque mi celular no encendía después de que se me cayó y rompió. No pude prevenir. Entré a Mercado y la plata estaba», contó.
Sin embargo, después descubrió por casualidad algo que la sobresaltó. «Para salir de la aplicación hay que apretar el botón de inicio una vez. Sin querer yo lo apreté dos y, cuando haces eso, te salta el historial de las aplicaciones que quedaron abiertas. Ahí ví que, antes de salir, al lado, decía «Fotos’ y eso me pareció raro porque lo último que había usado antes de que el celular se me caiga era Twitter», dijo.
«Deslicé para el costado y vi que estaban las fotos mías en las que se veía que yo estaba desnuda. Arriba aparecía la leyenda «22 fotos seleccionadas pasando a Luciano'», manifestó Belén.
«Fue horrible. No sabía qué hacer, ni decir. Seguía en el local. Escribí al grupo de mis amigas. Les conté todo y les mandé el screenshot. Yo temblaba. Ellas me dijeron que hable en el negocio así que junté fuerzas y le dije a una chica que estaba ahí que quería hablar con el tal Luciano y con el dueño porque él se había pasado fotos mías», expresó.
La empleada del local se comunicó con Luciano para que concurriera al lugar. «Cuando él entró al negocio, lo primero que hizo fue mostrarme su celular. Dijo que ya había borrado las fotos. Pero mi preocupación máxima es lo que pasó en el transcurso porque a esas fotos seguramente se las pasó a sus amigos o pudo pasarlas a cualquier lado y luego borrar la conversación. Esa es mi preocupación: la difusión de las fotos», dijo Saravia.
Belén contó que se contactó con el propietario del local y que éste le informó que estaba enojado y triste por lo ocurrido, que despidió al empleado en cuestión y que analizaba iniciar acciones legales. «Me pidió disculpas. Le dije que haría la denuncia y me brindó su apoyo. También me contó que le había pedido su celular a este chico y que lo guardó en una caja fuerte para resetearlo. El dueño actuó muy bien», destacó la joven.
Belén junto con su abogado concurrieron al 911. La chica contó que radicó la denuncia en la Unac (Unidad de Análisis Criminal).
El Tribuno