Una publicación inglesa afirmó hoy que las cenizas del general Mario Benjamín Menéndez, quien fuera gobernador de las Islas Malvinas durante la guerra de 1982, fueron esparcidas en el archipiélago en forma secreta.
El diario local Daily Mail se hizo eco de una nota publicada por Infobae días atrás, en al que el periodista Adrián Pignatelli relató cómo fue el «Operativo Buzón» para frenar el avance inglés que Galtieri rechazó, junto a la trama secreta de la rendición y el dato exclusivo sobre el traslado de los restos de Menéndez tras su muerte en 2015 junto a los de su hijo, que se llamaba igual y que combatió en Malvinas como subteniente del Regimiento 5.
«En viajes que veteranos de guerra hicieron a Malvinas, en forma reservada llevaron las cenizas de ambos a las islas. De esta manera el entonces gobernador, a quien los ingleses no le permitieron acompañar a sus tropas hasta que abandonasen las islas, está de regreso con ellos, ocupando el lugar que deseó en aquel trágico y lejano 1982», publicó este medio el 14 de junio pasado.
Ayer, el diario inglés dio a conocer nuevos detalles de cómo fue la trama para llevar los restos del militar, y cómo la noticia habría provocado la furia de los kelpers.
De acuerdo a lo publicado por el Daily Mail, las cenizas de Menéndez fueron trasladas en un «tupperware» por una mujer, de la cual no revelan la identidad para evitar «represalias». Lo mismo sucedió con los restos de su hijo Benjamín, que también peleó en las Islas y falleció en 2017 a los 59 años, y habrían sido llevadas por un hombre.
«Mi padre siempre habló de los 649 argentinos que perdieron la vida en las islas. Por eso decidí que era correcto esparcir algunas de sus cenizas allí, de vuelta con sus tropas.Le pedí a un par de amigos que llevaran sus cenizas a las islas, un hombre y una mujer», afirmó la María José, la hija de Menéndez según cita el diario inglés.
Así, tras el traslado, los restos del ex militar habrían sido esparcidos en distintos puntos del archipiélago: en la Casa de gobierno de Malvinas, en el cementerio de Darwin, donde descansan los soldados argentinos, y en el Monte Longdon, donde tuvo lugar una de las más feroces y cruentas batallas, en los días finales del conflicto. Este último lugar, en el que murieron 42 soldados argentinos y 23 británicos, generó la furia de los isleños, que según destacan, «odiaban» al ex gobernador.
Según el diario, la misteriosa emisaria apuntó que Menéndez «siempre se sintió muy dolido por lo que sucedió en las islas y dijo que le gustaría que le llevaran algunas de sus cenizas allí». Y fue a partir de este «deseo» que ella llevó a cabo la «misión». «Fue un acto humanitario. Quería que lo echaran a descansar con sus tropas», añadió.
También el medio inglés informa que se contactaron con ex combatientes que «repudiaron» el hecho y manifestaron su temor a que los isleños tomen represalias. En tanto, recogen testimonios de dos isleños que no escondieron su malestar.
«Es angustiante. Si hubieran dicho que querían hacerlo, podrían haber obtenido un permiso, pero el hecho de que se haya colado de esta manera es muy decepcionante», dijo Mike Rendell, ex marine y residente del archipiélago.
En la misma forma se expresó Patrick Watts, que mantuvo en funcionamiento la estación de radio local durante la ocupación. «Sienten que han logrado algo al dispersar los restos de un soldado de fuerzas derrotadas. Si hubieran pedido permiso para esparcir las cenizas en el cementerio argentino, no creo que hubiera habido ningún problema», sostuvo Watts, y añadió: «Tratamos a los cuerpos argentinos con respeto. No es bueno que sientan que tienen que hacer esto en lugar de pedir permiso».
Finalmente, una portavoz de la Casa de Gobierno aseguró a la publicación británica que si bien escucharon «rumores» sobre el hecho «no hay evidencia de que sea cierto».
Infobae