Histrionnismo, carisma y personalidad son las características que muestra una bailarina de danzas árabes al presentarse al público interpretando una composición con variedad rítmica, melódica e instrumental.
Y eso es lo que “Amina” (Patricia Sañico) le enseñó a sus alumnas durante la tarde de este sábado en el Centro Cultural para que logren demostrar su oído musical y todas las características necesarias para captar la atención del público.
En este seminario dictado este sábado por la tarde por la profesora madrynense que durante más de diez años se ha capacitado con diversos maestros nacionales e internacionales, estuvo destinado a alumnas de esta disciplina en todos sus niveles.
Las bailarinas que están en el tope de su carrera tienen sus propios meyansé, que fue una de las temáticas de hoy. Allí los ritmos más utilizados para darle entrada a la bailarina son el fallahi, ayoub, karatchi y malfuf. La bailarina se desplaza por el escenario mostrando su traje, su belleza y su talento.
La danza debe ser sorpresiva y sutil, nunca debe perderse el ritmo ni la suavidad. Puede utilizarse velo, y para más impacto Alas de isis. Después de los ritmos de entrada, es usual que la pieza esté compuesta por un baladi, en la que la bailarina puede, un poco más relajada, disfrutar de la variedad de pasos que puede crear con esos ritmos.