Por la clase de la «Pulga» Rodríguez, que anotó el penal del descuento 1-2 sobre el final del partido y el decisivo en la definición desde los 12 pasos, que terminó 4-3 gracias también a la enorme figura del arquero Burián que atajó los dos últimos remates brasileños, el Sabalero logró la hazaña de meterse en la final y el 9 de noviembre en Asunción buscará el título ante Independiente del Valle de Ecuador.
olón hizo historia grande en Brasil, donde se consagró finalista de la Copa Sudamericana al vencer este jueves en la definición por tiros penales a Atlético Mineiro por 4 a 3 luego de perder 2-1 en los 90 minutos regulares, el mismo resultado pero a la inversa de la ida, y con ello pareció reflotar los duendes de aquella vez en que venció al Santos de Pelé en Santa Fe para que su estadio fuera bautizado el «Cementerio de los Elefantes».
Pero llegar a los penales fue una odisea para Colón en el primer tiempo, donde la pasó muy mal y le generó, más allá del gol del argentino Franco Di Santo a los 38 minutos, una media docena de opciones como para hacer más amplia esa diferencia.
Por eso no fue descabellado que a los 5 minutos del período final los locales se pusieran 2-0 arriba en el marcador tras una aparición de Yimmi Chará, el colombiano que ya había anotado el único tanto de los brasileños en el encuentro de ida en Santa Fe.
Pero a partir de ese instantes existió una transformación en el desarrollo de este encuentro que transcurrió bajo la lluvia de principio a fin, ya que los locales dudaron entre manejar la diferencia que los ponía en la final ante Independiente del Valle, de Ecuador, el 9 de noviembre en el estadio La Nueva Olla, propiedad de Cerro Porteño, de Asunción del Paraguay, o ir por más para rematar la faena.
Y esa vacilación le terminó complicando la vida a los «mineiros», ya que terminaron animando a Colón en pos de un descuento que podía llevar la serie a la definición por tiros penales.
Y ese objetivo lo alcanzó el «Sabalero» a través de su capitán y figura, el «Pulguita» Luis Miguel Rodríguez, cuando restaban menos de 10 minutos para finalizar el cotejo y un penal cometido por Elías sobre Wilson Morelo (luego fallaría el primero y único penal de la serie decisiva) dejó al tucumano para definir desde los 12 pasos, como un presagio de lo que sucedería un cuarto de hora más tarde.
El 2 a 1 era favorable pensando en los penales después de haberla pasado tan mal, pero sin cometer locuras ofensivas el conjunto santafesino buscó algunas razones como para lograr el segundo que hubiera sellado la clasificación en el tiempo regular.
Claro que esto no fue posible porque las opciones claras como conseguirlo nunca aparecieron, por lo que la sentencia iba a ser más sufrida que el partido mismo, y sobre todo cuando el colombiano Morelo iba a arrancar rematando defectuosamente para que el longilíneo arquero Cleiton le atajara el primer penal, así lo informó Radio 3.
Pero detrás suyo hubo eficacia absoluta de los colonistas y Leonardo Burián, el uruguayo arquero de los santafesinos, se convirtió en héroe al atajar los últimos dos disparos de los brasileños.
Y allí fue donde Colón alcanzó un hito histórico, inédito y largamento celebrado por los 3.000 hinchas que llegaron este jueves hasta el Estadio Mineirao para ser testigos del máximo logro de su equipo a nivel internacional.
Claro que ahora podrá ir por todo Colón, que tuvo a su técnico, Pablo Lavallén, al borde del despido apenas 20 días atrás, cuando el 9 de noviembre enfrente a Independiente del Valle, el conjunto ecuatoriano que supo jugar la final de la Libertadores en 2016 frente a Atlético Nacional, de Colombia, con el que finalmente terminó perdiendo.
Pero Colón está en estado de gracia, y si para entonces se le siguen alineando los planetas como este jueves, quizá se quede con toda la gloria para Santa Fe en particular, y para el fútbol argentino en general.