El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, participó esta noche de Periodismo para Todos, en un día de medidas económicas en el cuál el Gobierno anunció que aplicará restricciones para la compra de dólares. Lacunza lo definió como «un control de capitales» y descartó una corrida cambiaria.
«Este no es el puerto que soñamos. Tenemos que revisar las causas pero los resultados fueron bastante distantes a los esperados. En este Gobierno se trabajó mucho en la sala de máquinas. Nos faltó trabajar en el sector comedor. El desafío es estacionar el barco en el muelle, no antes», explicó Lacunza, con una metáfora. Y contó, sobre las medidas: «Preferimos pecar de exagerados que de escasos».
«Son medidas incómodas para evitar daños mayores», dijo el ministro y reconoció que puede que «aparezca un tipo de cambio paralelo». Y señaló: «Con estas medidas ordenamos las prioridades, que son los ciudadanos a pie».
Sobre las últimas modificaciones que realizó el Gobierno, Lacunza contó cuál fue la relación de este último con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Según explicó el ministro de Hacienda el reperfilamiento de la deuda, que se tomó el miércoles, fue comunicado a los representantes del organismo en Buenos Aires el martes y las medidas de este domingo se informaron telefónicamente. «A las de hoy se comunicó telefónicamente junto con los fundamentos de las modificaciones», dijo.
«Hay una realidad que no podemos negar: hay un cambio evidente después de las PASO. El riesgo superó los 2000, el dólar pasó de $45 a $55. No es cierto que el Banco Central especuló. No existe tal especulación. La Argentina perdió crédito después de ese día, cuando venía renovando como hacen todos los países normales», explicó.
La gestión de Cambiemos que desarmó sin sobresaltos el cepo cambiario kirchnerista, este domingo, comenzó a desandar ese logro con una orden al Banco Central para que autorice la compra de divisas y las transferencias fuera del país.
Desde el ministerio que lidera, el Banco Central (BCRA) y la AFIP intentaron informar que las medidas oficiales buscan lograr «mayor estabilidad cambiaria y proteger al ahorrista».
En el Gobierno se apuraron en aclarar que ninguna persona o empresa estará limitada para extraer dólares de sus cuentas bancarias, no habrá impedimentos para las operaciones de comercio exterior ni tampoco restricciones para los viajes o compras en el extranjero.