Se trata de un total de 139 costas de la región nordeste, entre la que se destaca la popular Porto de Galinhas, en el estado de Pernambuco. El desastre se extiende a lo largo de 2.100 kilómetros hasta la desembocadura del río San Francisco.
Un total de 139 playas del nordeste de Brasil fueron afectadas por un derrame de petróleo que llegó al lugar desde hace un mes y medio y que se extiende a lo largo de 2.100 kilómetros hasta la desembocadura del río San Francisco en donde se encontraron tortugas empetroladas, informó el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama).
El organismo brasileño citado por la Agencia Ansa destaca que el petróleo «probablemente venezolano ya tocó las costas de 63 municipios, el último el Cajueiro da Praia, en el estado de Piauí».
El presidente Jair Bolsonaro, quien el martes pasado envió a la Marina para recorrer la zona, aseguró que «esto puede ser obra de delincuentes o puede ser accidental, puede ser un naufragio, es complejo descubrirlo. Tenemos en el radar un país que puede ser el del origen del petróleo».
Por su parte el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, confirmó en el Congreso la sospecha al decir que «el petróleo está viniendo muy probablemente de Venezuela, es un petróleo que vino en un navío extranjero», afirmó.
«Al principio, se suponía que era un vertido ilegal en alta mar, pero en vista de la cantidad de petróleo esta posibilidad está prácticamente descartada. Lo que parece más probable es que se trate de un derrame accidental», indica un informe elaborado por la Marina y el Ibama y publicado por el diario Folha de San Pablo.
A la expansión de las manchas, se agregan las «borras de petróleo» -que navegan debajo de la superficie-, que ya arribaron a la desembocadura del Río San Francisco, el más importante del nordeste, donde fueron avistadas dos tortugas empetroladas.
Uno de los estados más perjudicados es el de Pernambuco, el segundo más importante del nordeste, donde el 71% de los municipios litoraleños tuvo restos de petróleo, entre ellos la conocida playa de Porto de Galinhas.
«Es el peor accidente ambiental en el litoral. Nunca ocurrió algo así en nuestra historia», advirtió alarmado Marcelo Amorim, del Instituto Brasileño de Medio Ambiente.
«Es un derrame gigantesco de petróleo que comenzó a contaminar las playas del Nordeste, desde Maranhao hasta el sur de Bahía. Y todo indica que en breve llegará al sudeste: Espírito Santo, Río de Janeiro y San Pablo», indicó el funcionario.