Así lo informó la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara), al señalar que con estos indicadores la proyección anual arrojaría 342.240 unidades, bastante menos que las 460.000 de 2019 y muy lejos del récord de la actividad de 2013 cuando salieron de las concesionarias 955.000 unidades.
El sector analiza que esta retracción que acumula 18 meses consecutivos de bajas de ventas es resultado de los aumentos de precios de las unidades que alcanzaron -sólo el año pasado- el 92% de incremento, la pérdida de poder adquisitivo de los asalariados, y la falta de instrumentos de financiación.
Según las cifras de Acara, el número de vehículos patentados durante enero ascendió a 44.717 unidades, un 109 % más que el nivel alcanzado en diciembre pasado, período en el que se habían registrados 21.346 operaciones.
Pero el sector reflejó una caída de 25,62% en la comparación interanual, ya que en enero de 2019 se habían patentado 60.108 unidades, y se convirtió en el peor comienzo de año desde 2005, cuando el sector vendieron 53.000 vehículos, de acuerdo a la serie histórica de Acara, la entidad que nuclea a las concesionarias oficiales de todo el país.
“Ninguna proyección preveía este nivel de derrumbe del sector. Necesitamos medidas urgentes para poder corregir estas cifras, porque si se mantienen durante el año, afectarían también la recaudación tributaria en 1.166 millones de dólares», aseveró el presidente de Acara, Ricardo Salomé.
El directivo -quien en diciembre proyectaba que las ventas en 2020 no podrían ser peores a las registradas el año pasado-, aseguró que «se está trabajando fuertemente con las autoridades para lograr medidas de financiación para quebrar esta tendencia y para que la baja del mercado no sea irreversible».
«Si logramos recomponer la macroeconomía, una reprogramación sustentable de la deuda, una baja de las tasas y le sumamos medidas de incentivación al sector, cambiarían radicalmente las expectativas. Necesitamos volver a un círculo virtuoso que hace mas de 3 años que no sucede», enfatizó Salomé.
Apenas dos años atrás, en enero de 2018, el sector alcanzaba las 120.556 uno de los mejores enero de la actividad lo que hacia alentar las expectativas respecto a que 2018 seria el nuevo año récord para la venta de autos, lo que se frustró a mediados de año cuan la actividad registró un quiebre a la baja que se mantiene hasta la actualidad.
En el primer mes de 2020, las 10 marcas que encabezaron la lista de mayores ventas fueron Volkswagen con 7.619 unidades y 17,3% de participación de mercado, seguida por Renault (5.942); Toyota (5.474); Fiat (5.039); Ford (4.870); Chevrolet (4.095); Peugeot (2.475); Nissan (1.656); Jeep (1.377) y Citroen (1.339).
En cuanto, los modelos la pick up Toyota Hilux vuelve a liderar las preferencias de los argentinos con 2.602 unidades patentadas, por sobre el Ford KA (1.707) y el Chevrolet Onix (1.619), las también pick ups Volkswagen Amarok (1.385) y la Ford Ranger (1.362), con lo cual tres vehículos comerciales figuran entre los cinco más demandados.
Tras darse a conocer las cifras, el Secretario General de ACARA, Ruben Beato, sostuvo que “la distorsión de precios de 2019 y la de enero de 2020, con un incremento promedio en los vehículos del 90 %, versus la suba en los salarios, que fue considerablemente menor, produjeron un desfasaje muy importante».
La consecuencia más inmediata de este desequilibrio macroeconómico fue «disminuir el poder de compra de vehículos de los argentinos», consideró Beato al señalar que también es necesario «tomar todas las medidas necesarias para cuidar los 75.000 empleos del sector y las más de 1.000 concesionarias Pymes de empresarios nacionales».
En diciembre, a poco de que asumiera el presidente Alberto Fernández, Acara había solicitado «la declaración de emergencia económico-financiera por el término de 365 días a la comercialización de vehículos a través de las concesionarias de marcas” para sobrellevar la crítica situación.