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En las últimas seis semanas se consolidó un fenómeno que impactó con toda la fuerza sobre las variables económicas e, indirectamente, en la economía real: el fortalecimiento del peso argentino respecto del dólar, el tradicional refugio de valor elegido por los ahorristas.

Al comenzar febrero se presagiaba una suba del billete norteamericano, dada la baja estacional de la demanda de dinero pasadas las vacaciones estivales y una inflación persistentemente alta. Pero ocurrió justamente lo contrario, y con una intensidad y velocidad que no estaban en los cálculos de muchos analistas.

Este miércoles, la cotización “blue” del dólar profundiza la caída y es operada a 995 pesos para la venta a las 14:30, su precio más bajo desde el 26 de diciembre del año pasado. El billete informal llegó a negociarse a $990 y recorta 15 pesos en el día, mientras que amplía a 35 pesos o 3,4% la baja en el primer tramo de marzo.

Hay que recordar que el pasado 25 de enero el dólar libre anotó -de manera intradiaria- un récord nominal de $1.260: desde entonces se hundió en 265 pesos o un 21 por ciento. Además se consume la brecha cambiaria: con un dólar mayorista a $846, queda en el 17,6 por ciento.

Causas del desplome del dólar libre

1) Liquidación de exportadores. El 13 de diciembre se publicó el Decreto 28/2023 que establece una nueva edición del “Programa de Incremento Exportador”. La misma se destina a todo el sector exportador, tanto de bienes como de servicios, y le permite ingresar un 20% de las divisas recibidas por cobros de exportaciones a través del mercado de valores a la paridad del “contado con liquidación”, mientras que, al menos, el 80% deberá ingresar a través del mercado de cambios.

Este importante flujo de divisas llevó a una baja del precio de los dólares bursátiles, que habían llegado a superar los $1.300 a fines de enero, y ahora se alinearon con el dólar libre (el dólar MEP a $1.000 y el “contado con liqui”, a $1.033). Como los mercados del dólar alternativos al “cepo” oficial arbitran entre sí, el descenso de precios de uno contagia a los otros.

Juan Manuel Franco, economista Jefe del Grupo SBS, observó “como principal fundamento (bajista) el flujo con el esquema 80/20 de liquidaciones como protagonista. Además el tipo de cambio real se sigue apreciando, entonces te conviene liquidar más temprano que tarde. Asimismo, se debe considerar que siguen los férreos controles de cambio y la recesión incide en una menor demanda”.

2) Ventas de particulares. La recesión económica en conjunción con la inflación más alta en 33 años inevitablemente horada la capacidad de compra de las familias. Muchos individuos, pequeños comerciante y cuentapropistas apelan a la venta de dólares atesorados en el mercado paralelo para pagar gastos corrientes, ante la falta de pesos por la caída de los ingresos. Si la oferta de dólares supera a la demanda, se produce la caída de los precios.

Está claro que la plaza está “seca” de pesos por la intensa absorción monetaria que efectúan en simultáneo el Banco Central (con la emisión de pasivos remunerados en pesos, y también en dólares, como el Bopreal) y el Ministerio de Economía (emisión de bonos del Tesoro).

Este proceso prácticamente congeló el nivel de la Base Monetaria en la zona de $10,4 billones desde que asumió el Gobierno Javier Milei, a la vez que se derrumbó en términos reales por la inflación.

También se congeló el principal componente de la Base Monetaria, que es la Circulación Monetaria (efectivo en poder del público), cuya evolución suele ir en paralelo con la de los precios del dólar libre, dado que este comercio se mueve con “cash”. Desde 2023, el dólar “blue” escaló muy por encima de lo que creció el circulante de pesos, por lo tanto, se estuvo dando en 2024 una rápida corrección de este desfase. Desde que se instauró el “cepo” a fines de 2019, esta variable creció cerca de 700%; si el dólar libre hubiera aumentado en la misma proporción, hoy debería costar debajo de los 700 pesos.

3) Tasas de interés. Con el “tsunami” inflacionario del último año -la inflación anual podría superar el 280% en febrero-, lo rendimientos de los plazos fijos fueron negativos en términos reales. Pero un escenario optimista que descuenta una desaceleración de la inflación en los próximos doce meses estaría revirtiendo esta relación: quien hoy coloca pesos excedentes a plazo fijo podría ganarle a la inflación futura. Esta ventaja desplaza al dólar como alternativa de ahorro y debilita su demanda.

“La tasa de plazo fijo es altamente positiva contra la inflación futura, esto atenta contra una recuperación del dólar en el mercado que va rumbo a los tres dígitos”, precisó el economista Salvador Di Stefano. “Estamos en un punto de inflexión, parados en el mes de febrero la inflación de los últimos doce meses se ubicaría en el 288,7% anual, y mirando a 12 meses hacia adelante se proyecta en el 157,6% anual. Lo que marca claramente que la economía a futuro se desarrollara con tasas mucho más bajas que las actuales. La velocidad de los preciso descenderá, y deberemos cambiar la forma de hacer negocios”, explicó.

“La tasa de interés implícita del dólar futuro en la actualidad se ubica en el 90% anual, la tasa de política monetaria en el 100% anual, la tasa de plazo fijo en el 110% anual y los créditos se otorgan a tasas que están en torno del 120% anual. Si transformamos estas tasas nominales en tasas efectivas, como se mide la inflación, la tasa de efectiva del dólar futuro a 12 meses es del 138,2% anual, y se ubicaría por debajo de la inflación esperada. La tasa efectiva del plazo fijo sería del 186,5% anual, y sería una tasa positiva frente a una inflación esperada del 157,6% anual”, estimó Di Stefano.

Tras la publicación de Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) de diciembre, que mostró una baja de 3,1% en el mes y una caída de 4,5% en el año, los economistas ya empiezan a analizar hasta cuándo seguirá la recesión y en qué momento podría haber un rebote.

El presidente Javier Milei ya había anticipado meses duros, con estanflación, es decir, sin crecimiento económico y con altos ajustes de precios. Hace algunos día anticipó que el gráfico de la economía tendrá forma de “V”, es decir, que habrá un caída estrepitosa seguida de una recuperación en los mismos términos.

“Mientras que Milei asegura que la recuperación de la actividad tendrá forma de ‘V’, tanto del lado fiscal como comercial, la pregunta sobre la sostenibilidad es la que sobrevuela entre todos los analistas y bancos que siguen este mercado. No se podría depender indefinidamente de la licuación acelerada del gasto social en el futuro (incluso sin cambiar la fórmula de movilidad) sin que mejoren los ingresos”, advirtió GMA Capital en un reporte para sus clientes.

Hasta cuándo caerá la actividad económica

El consenso entre los economistas es que el primer trimestre será definitivamente recesivo. A partir de abril, con el aporte del campo, podría frenar la caída. Y en la segunda mitad del año se empezaría a vislumbrar el rebote.

“Los primeros datos primarios de 2024 sugieren una continuidad de las caídas mensuales e interanuales para los principales sectores productores de bienes, lamentablemente no inesperada, con excepción de agropecuario, y del producto en general”, apuntó la consultora Outlier. Y agregó que la demanda seguirá retraída hasta marzo: “Al contrario, el ingreso real disponible está cayendo producto del proceso de ajuste de precios relativos por la vía inflacionaria y el ajuste fiscal”.

“Del lado de la oferta, sectores productores aun parecen encontrarse complicados en su dinamismo por el acceso restringido al mercado de cambios para el pago de importaciones y con márgenes de rentabilidad acotados en el caso de la exportación. En consecuencia, se espera un primer trimestre de 2024 con continuidad de la caída respecto del trimestre inmediatamente anterior e incluso respecto del mismo trimestre del año pasado”, añadió la misma consultora.

En el segundo trimestre, la principal expectativa positiva está puesta en la contribución del campo que, sin sequía, ingresará una buena cantidad de dólares. No obstante, luego de la ola de calor ya no se habla de cosecha récord y, además, los precios internacionales están muy deprimidos. Así, el aporte será bueno, pero no extraordinario. Del lado del consumo y la inversión, los analistas de Outlier no prevén una recuperación entre abril y junio.

Para Equilibra, más allá de las buenas perspectivas de la cosecha, la actividad solo podría recuperarse en el segundo trimestre si mejora el salario real producto de una fuerte apreciación cambiaria. Es decir, si el Gobierno atrasa el dólar oficial. Los analistas de la consultora creen que eso no sucederá debido a la fragilidad del frente externo.

Cuándo rebotará la economía argentina

Ya entrado el segundo semestre, los economistas empiezan a divisar alguna clase de rebote. “Pese a que el impacto positivo de la producción agropecuaria comenzará a diluirse, las perspectivas de actividad para el segundo semestre son más auspiciosas. Si el Ejecutivo consolida el ajuste fiscal y termina de ordenar los precios relativos sin atrasar en demasía el tipo de cambio real, es probable que comiencen a observarse brotes verdes hacia la primavera. Pero si la economía no termina de estabilizarse la recuperación sería ardua y lenta”, señaló Equilibra.

“Sería deseable que en el segundo semestre haya una recuperación de la actividad en forma de ‘V’, pero para que ello suceda deberían sortearse satisfactoriamente múltiples obstáculos”, afirmaron sus analistas, que indicaron que ese sería un escenario optimista. Si bien no descarta esa chance, en el supuesto base de Equilibra, la actividad tiene una forma más parecida a una “U”.

Por su parte, Outlier coincidió en que el repunte podría empezar en el segundo semestre, aunque se cristalizaría en los últimos tres meses del año. Todo ello sujeto a que el Gobierno avance con la unificación cambiaria que le prometió al FMI para junio.

Si lo hiciera, la consultora prevé un mayor dinamismo en la oferta de bienes y servicios, pero, según la magnitud del ajuste del tipo de cambio y los efectos del plan de estabilización sobre los ingresos, se determinará en qué momento la actividad comienza a repuntar. “El consenso parece indicar que, con unificación en junio/julio, la recuperación de la actividad recién llegaría en el último trimestre del año”, apuntó.

En cambio, si no hubiera unificación cambiaria en el segundo semestre, Outlier consideró que “el dinamismo de la oferta y la inversión seguirán acotados y en todo caso sería una recuperación anticipada, pero más lenta y menos sustentable, de los ingresos reales y el consumo”.

En diciembre el precio de la hacienda tuvo un fuerte salto que se trasladó a mostrador y sumó presión a la inflación. Sin embargo, ante un menor consumo, en enero la carne se mantiene estable. Y seguirá así, al menos, hasta marzo.

La división con mayor incidencia en el salto de la inflación de diciembre fue la de los alimentos. Y, tal como informó el INDEC, al interior de este rubro se destacó el aumento de precios en “carnes y derivados”. Justamente, de acuerdo a un informe del IPCVA, los precios de los distintos cortes de carne vacuna aumentaron 40,9% en el último mes del año, para acumular una variación interanual de 307,3%.

El fuerte incremento en la carne durante diciembre se explicó, entre otros motivos, por el salto que tuvo el precio de la hacienda durante los primeros días del mes. Subas que, según destacan analistas del sector, fueron desmedidas en un contexto de incertidumbre ante el cambio de gobierno, según publicó Ámbito.

Sin embargo, dichos aumentos no fueron convalidados por una demanda que empezó a desinflarse, a partir de la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos. Y es por eso que en las últimas semanas el valor del ganado en pie se retrotrajo y eso se reflejó en los mostradores.

“La caída de la demanda en enero está indicando el poco poder adquisitivo que tienen los consumidores, y esto hace que los precios empiecen a retrotraerse en el mercado de Cañuelas, donde la semana pasada hubo una caída del 4 o 5%”, explicó a Ámbito Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de Industria y Comercio de la Carne (CICCRA), quien en ese escenario destacó que “sin dudas, en cuanto al carnicero le baja el valor de la media res, la traslada al público porque ellos tampoco están vendiendo mucho y necesitan vender”.

En ese sentido, el consultor ganadero Víctor Tonelli explicó que “el precio de la hacienda es una referencia directa al precio de la carne al mostrador”. “La correlación promedio en todos los cortes es de alrededor de 4 a 1: es decir que el precio de la carne termina promediando cuatro veces el precio del ganado en pie”, graficó.

Y detalló: “Cuando mueve la hacienda para arriba, mueve la carne. Lo mismo sucede cuando baja la hacienda de la manera que bajó después de esa suba brutal de comienzos de diciembre, la cual no tuvo ninguna explicación lógica más allá de que todo el mundo estaba expectante con el cambio de gobierno. Una vez que se vio que esa suba disparatada, que fue de casi del 70% en tres semanas, no la iba a convalidar el mostrador y que tampoco tenía ninguna explicación racional, bajó. Y ahora se mantiene”.

De tal manera, sostuvo el analista, “mientras el ganado está hoy en torno a los $1.400/$1.500 el kilo vivo, la carne va a estar entre $5.500 y $6.000”.

El triunfo electoral de Javier Milei, quien asumirá la Presidencia de la Nación el próximo 10 de diciembre, produjo un cimbronazo financiero, que vino acompañado de un impactante retroceso de de los precios de los dólares alternativos que se pactan por fuera del control de capitales oficial.

Tanto el dólar libre como las paridades bursátiles del “contado con liquidación” y el dólar MEP atraviesan la sexta sesión de negocios seguida con precios en baja. Este jueves, la cotización “blue” resta 30 pesos o un 3,2% este jueves, a 895 pesos para la venta, su precio más bajo desde el 8 de noviembre, cuando estuvo operado a 890 pesos.

La divisa en el mercado informal registra un retroceso de 25 pesos o un 2,7% a lo largo de noviembre -comenzó el mes a 920 pesos-, una caída que se magnifica si se toma en cuenta la elevada inflación del período, que superaría holgadamente el 10 por ciento.

De esta forma. el dólar libre queda más alineado con los bursátiles, que también son negociados por debajo de los 900 pesos.

¿Por qué se desploman los dólares alternativos?

1) Adiós a la dolarización. Las dificultades para trasladar toda la liquidez de la economía a dólares, un proyecto que pregonó el propio Milei durante la campaña, desplazó de la agenda esta alternativa. Una continuidad del “cepo”, al menos en los primeros meses del nuevo Gobierno, descomprimió la expectativa por un salto disruptivo del dólar oficial, junto con una unificación inmediata del tipo de cambio.

2) Oferta de exportadores. A partir del 21 de noviembre el Gobierno dispuso a través del Decreto 597 que los exportadores liquiden sus ventas al exterior en un 50% a través del mercado mayorista y otro 50% a través del dólar “contado con liquidación”. La iniciativa, que eleva a la zona de $600 el tipo de cambio para estas operaciones, le inyectó una oferta extra a los dólares bursátiles que ayuda a la tendencia bajista de las cotizaciones. Esto confirma que los distintos mercados alternativos están relacionados entre sí y que por lógica tienden a converger en precios.

3) “Overshooting” o sobrerreacción. Debido al estricto “cepo” y ante un evento “bisagra” para la política y la economía como las elecciones presidenciales, la demanda de divisas se hizo sentir con un firme impulso alcista para los precios. El 23 de octubre, el dólar libre alcanzaba un máximo de 1.100 pesos para la venta debido a esta tensión, inmediatamente después de las elecciones generales. Luego del balotaje, con un panorama político más certero, el umbral de los 1.000 pesos lucía exagerado para el consenso de los agentes financieros. Se debe tener en cuenta que en los 895 pesos el dólar libre todavía conserva un alza de 549 pesos o un 158,5% en 2023, por encima de la inflación.

4) Necesidad de liquidez. Hay un punto no menor, que es el de la necesidad de pesos de la economía hacia fin de año. En diciembre, además del pago de salarios, las empresas afrontan el cierre de ejercicio anual, el pago del medio aguinaldo y bonos. Aquellas que se habían refugiado en dólares, las liquidan a través de la Bolsa o las mesas de dinero y “cuevas” del circuito informal.

También la llegada de diciembre es comprometedora para los gastos de las familias -Fiestas, proximidad de las vacaciones, pago de las tarjetas, etcétera-. Esta demanda de pesos estacional es un factor bajista para la divisa de EEUU que se suma a los de la coyuntura del mercado y el nuevo escenario político.

Los datos surgen de un relevamiento en datos oficiales del ámbito provincial y nacional, a los que tuvo acceso exclusivo ADNSUR, para verificar la evolución de una parte importante de la comercialización del crudo que se produce en la provincia, que habitualmente exporta entre el 30 y 40% de su producción total.

Aunque la comparación es contra el año 2020, que fue un período de altas exportaciones por la pandemia, la merma de los años subsiguientes cae también por debajo de los valores de los períodos anteriores, que oscilaban en torno a los 15 millones de barriles por año.

Así, en 2021, las exportaciones de petróleo de Chubut bajaron hasta los 12,5 millones de barriles y en 2022, hasta los 11,9 millones de barriles.

Los datos correspondientes al lapso enero-abril de 2023 arrojan unos 3 millones de barriles, lo que significaría que al proyectarse por 3 cuatrimestres, las ventas externas del petróleo chubutense llegarían solamente hasta los 9 millones de barriles en este año, lo que significaría la mitad de 2020.

Las razones de mercado detrás de la caída

El problema, según explican fuentes que conocen la industria desde adentro, se origina en razones de mercado, ya que hasta el año 2020 China fue uno de los principales compradores del crudo Escalante, cuando demandaba cerca de 7 millones de barriles por año.

En ese año, las ventas externas crecieron no sólo desde esta provincia, sino también desde la cuenca Neuquina, a raíz de que el mercado interno tenía su demanda interna prácticamente paralizada, debido a la extensión del aislamiento obligatorio.

Y si bien hubo una caída generalizada en casi todo el mundo, las exportaciones del país debieron crecer ‘a la fuerza’, ya que colmar las capacidades de almacenamiento hubiera implicado paralizar la producción, lo que a la larga habría traído mayores costos a la hora de intentar normalizar los yacimientos.

Fue por ese motivo que -en aquel período- incluso, las exportaciones se hacían a precios sumamente bajos, ya que ante la falta de demanda en el mundo sólo los precios cayeron y se mantuvieron bajos durante todo aquel período, posibilitando el acopio de países con capacidad para el almacenamiento.

Durante las transmisiones de los partidos de fútbol se puede observar el aviso del Gobierno que destaca los “31 meses consecutivos de crecimiento del trabajo registrado” o que “la actividad industrial tuvo su mejor trimestre desde 2018”. Esos datos de la gestión, que en Presidencia y en el Ministerio de Economía buscan resaltar, sin embargo, no reflejan la crisis económica, que es una de las más regresivas de las que tuvo la Argentina, porque todo el ajuste recae sobre la población de menores recursos, esa que necesita de hasta dos trabajos para cubrir sus necesidades básicas, indicó La Nación.

“Esta no es una crisis de actividad económica; es una crisis de nominalidad [inflación]”, dice el economista Esteban Domecq, de la consultora Invecq, para explicar porqué la tasa de desempleo está baja, en 6,3%, gracias al aumento de los trabajos precarios. Según los últimos datos oficiales del Indec, en marzo, mientras la inflación interanual fue de 104,3%, los ingresos de los trabajadores informales subieron 81,2%, muy por debajo de la variación de los precios. Esta brecha empeora cada mes (en abril la inflación interanual fue de 108,8%).

“En agosto de 2022, la economía recuperó por un mes el mismo nivel de actividad que en 2017 [el último pico de crecimiento que tuvo el país], pero el consumo per cápita de alimentos y bebidas en supermercados estuvo 15 puntos abajo. El ingreso real está 21 puntos debajo de 2017, pese a llegar a tener el mismo nivel de actividad. Los que perciben ingresos formales están 16 puntos por abajo, mientras que los informales están casi 40 abajo. Esto explica la tensión social. Hoy estamos en medio de un ajuste muy regresivo, que se hace sobre la base de la pirámide social, y ahí está el votante del Gobierno”, dice Domecq.

Este ajuste se ve reflejado en una paradoja: pese a que en 2022 el PBI creció 5,2%, la pobreza aumentó de 37,3% al 39,2% de la población. Por lo tanto, para este año, donde se espera una caída de al menos 4% del producto (impactado fuertemente por la sequía), las proyecciones de pobreza no son alentadoras.

La caída del poder adquisitivo se refleja directamente en la apatía del consumo masivo, sobre todo en autoservicios de barrio, donde en los primeros cuatro meses de 2023 cayó 8% medido en volúmenes. “Esto se explica claramente por la brecha de precios que hay con las grandes cadenas de supermercados a partir del programa de Precios Justos. En los comercios de cercanía hay precios que son hasta 30% o 40% más caros. ¿Y quiénes son los que más compran en los autoservicios? Los sectores de menores ingresos, ya que para ellos ir a un hipermercado a hacer una compra quincenal es más difícil. Este modelo, en definitiva, le resulta más complejo de sobrellevar al que vive en el tercer cordón del conurbano, que hace las compras de manera diaria o semanal. Todo el sistema se volvió muy regresivo”, explica Guillermo Oliveto, especialista en consumo.

Una población más dual

Mientras el consumo masivo de bebidas y alimentos se contrae cada año desde 2017, la demanda de espectáculos de fútbol, recitales, teatros y cine parece no tener techo. Para explicar este fenómeno, Oliveto habla de una Argentina con una población cada vez más dual. “La clase alta y media alta tienen una realidad, mientras que la clase media baja está cada vez más complicada”, dice.

“Tenemos un país y dos sociedades de mínima; en el medio hay muchas sociedades. Lo que más pega es la pérdida del poder adquisitivo de todos los que no son asalariados formales. En un escenario de tanta inflación, aquellos que tienen sus salarios protegidos por los acuerdos gremiales, mal que mal dan la pelea, pero el resto está claro que está perdiendo y se ve en la evolución del salarial informal”, analiza el consultor.

Oliveto también destaca que es la primera crisis de la pospandemia, lo que genera que, pese a la pérdida de poder adquisitivo, la sociedad necesita olvidar el encierro. “Es un fenómeno global, que está potenciado en la Argentina por la altísima inflación. Hay una reestructuración del consumo a todo lo orientado que genere bienestar de corto plazo. Por eso vemos un overshooting (sobrepaso o sobrerreacción) en todo lo que tiene que ver con entretenimiento, bares, pizzerías, fast food, restaurantes y turismo interno. La venta de entradas de cine creció 43% en el primer trimestre”, ejemplifica.

Además, en las encuestas que hace su consultora W, encuentra que hay una clase media baja o baja que no llega a comprar todos los alimentos que necesita, pero que igual el fin de semana no se priva de salir a pasear. “Esos consumos se están usando para tapar la angustia; son un gran ansiolítico. Es muy contrafáctico, porque no pasó en ninguna otra crisis, porque nunca antes pasamos por una pandemia. Eso le cambió la cabeza a la gente. Ese consumo no mejora la imagen del Gobierno porque es como un payaso triste: cuando se corre el maquillaje, hay lágrimas. Es una cosa efímera para tapar el dolor; sigue el mismo drama que tenían dos horas antes. La gente está muy apática y también vemos una especie de overshooting de pesimismo”, agrega Oliveto.

Las ventas en el mundo de la telefonía móvil están experimentando una caída sin precedentes.

Según datos de la consultora International Data Corporation (IDC), la venta de smartphones cayó un 18,3% en el cuarto trimestre del año 2022, desplome que ni siquiera el periodo navideño pudo salvar, publicó Clarín.

A pesar de la crisis que enfrenta el sector tecnológico, los pésimos datos sorprendieron a los analistas. Nabila Popal, directora de investigación del equipo Worldwide Tracker de IDC, declaraba que nunca antes habían visto «que las ventas en el último trimestre del año sean más bajas que en el anterior, pero la menor demanda y el alto inventario han obligado a los fabricantes a recortar drásticamente la producción».

La caída que sufrió el sector está motivada en gran medida por la incertidumbre económica que se está dando a nivel mundial. A esta se le suman los problemas en la cadena de producción y la falta de suministro de piezas y componentes. Todo ello supuso un batacazo para un sector que confiaba en las ventas del periodo navideño para recuperarse.

El periodo del año 2022 cerraba con una caída general del 11,3% en número de terminales vendidos. Los vendedores se han visto obligados a ser más conservadores con sus pedidos y los consumidores están probando nuevas alternativas de adquisición, como el renting de teléfonos, que consiste en alquilar los últimos modelos a cambio del pago de una cuota mensual.

La tecnológica Apple, que suele mantenerse fuerte ante estos golpes en el mercado, tampoco ha registrado buenos resultados. Las ventas del iPhone han caído casi un 15%, según datos de la consultora; se han vendido diez millones menos que en el mismo periodo del año anterior, concretamente un total de 27 millones de dispositivos.

El periodo del 2022 cerraba con una caída del 11,3% en número de terminales vendidos.

En el caso de la compañía de Cupertino, la caída no se debe tanto a la falta de demanda, sino al parón de sus plantas de fabricación en Shenzhen como consecuencia de un gran brote de coronavirus, que ha afectado en mayor medida a la producción de iPhone 14 Pro.

Días antes de comenzar el periodo navideño, las tiendas de la compañía ya dejaban claro que prácticamente todos sus modelos estaban agotados, sin entregas disponibles hasta mediados de enero.

La herramienta es una de los más populares y utilizados por los usuarios para facilitar las comunicaciones. Meta aseguró que trabaja actualmente en reparar la falla lo más rápido posible.

Infobae.- El gigante tecnológico estadounidense Meta confirmó el martes que una interrupción global estaba afectando su servicio de mensajería WhatsApp y dijo que estaba trabajando para restaurar la aplicación “lo más rápido posible”.

“Somos conscientes de que algunas personas tienen problemas para enviar mensajes y estamos trabajando para restaurar WhatsApp para todos lo más rápido posible”, dijo a la AFP un portavoz de Meta.

Los reportes de usuarios comenzaron a circular a primeras horas de la madrugada, de acuerdo con el portal Downdetector.

De acuerdo con el portal, los primeros reportes recibidos sobre el tema estuvieron relacionados con el envío de mensajes (65%), mientras que hubo otros problemas ligados a la conexión con el servidor (26%) y la recepción de mensajes (9%).

Los reportes de usuarios comenzaron a circular a primeras horas de la madrugada (REUTERS/Francis Mascarenhas)

Los fallos en este servicio, uno de los más populares y utilizados por los usuarios de todo el mundo, están siendo además comunicados por cientos de personas en otras redes sociales.

De hecho, la noticia se ha convertido en “tendencia” en otras redes sociales y es ya el asunto más comentado por los internautas.

La aplicación WhatsApp, que cuenta con cerca de 2.000 millones de usuarios en todo el mundo, permite enviar y recibir mensajes por internet, por lo que ha sustituido y desplazado en muchos casos a otros servicios tradicionales como los SMS.

Esta no es la primera vez que la herramienta sufre este tipo de fallas. En abril de este año, Whatsapp registró múltiples fallas a nivel mundial afectando a millones de usuarios. Los reportes indicaron intermitencia en el envío y recepción de mensajes.

El bitcoin mantiene su tendencia a la baja, en una jornada en la que llegó a perder 9% respecto de ayer al cotizar a US$ 18.740, su menor valor desde el 13 de diciembre de 2020.

Desde su histórica cotización de US$ 68.991 el 10 de noviembre pasado, la criptomoneda se depreció 62%, consignó la agencia de noticias AFP.

Todas las criptomonedas se replegaban hoy; en ese sentido, el ethereum -la segunda moneda digital más comercializada- perdía casi 10%.

En una semana en que los mercados bajaron ante las dificultades de los países en lidiar contra la inflación y el temor a un debilitamiento de la economía mundial, las criptomonedas pagaron el precio más alto.

El lunes, el mercado de esas monedas cayó por debajo de la simbólica cifra de US$ 1.000 millones, cuando en noviembre el volumen era de 3.000 millones.

La caída del bitcoin se aceleró además por la suspensión de retiros en dos plataformas de transacción de criptomonedas.

Celsius suspendió retiros y transferencias la noche del domingo, y propuso a sus usuarios salir de las criptomonedas «históricas», como bitcoin y ethereum, para invertir en nuevas monedas virtuales.

En tanto, la plataforma Babel Finance dijo ayer a sus clientes que suspendía todos los retiros debido a «presiones inusuales sobre las criptomonedas».

Un maestro con doble función «no supera los 85 mil pesos», aún por debajo del costo de los productos de primera necesidad, señalaron desde el gremio. Apuntaron contra la ministro Perata: «Se la corrió de las decisiones y nos parece impertinente», dijo Magno.

Dirigentes de la Asociación de los Trabajadores de la Educación del Chubut alertaron sobre la caída del salario docente en la provincia, al afirmar que «con dos cargos no se cubre ni el 80% de la canasta básica», según un informe presentado ayer por el gremio en las escalinatas del Ministerio de Educación en Rawson. Advirtieron, mientras transcurre el proceso de negociación con el Gobierno provincial iniciado en diciembre del año pasado, que «la patronal está generando un distanciamiento» que dificulta «el normal comienzo de clases», fijado para el 2 de marzo.

El documento presentado por el sindicato de los maestros «da cuenta del poder adquisitivo que prácticamente dejó en la línea de la pobreza a los salarios de gran parte de los docentes de la provincia», advirtieron. Y que de las reuniones mantenidas hasta ahora con el Ejecutivo se desprende que «las respuestas no nos satisfacen».

El secretario gremial de Atech, Carlos Magno, ejemplificó que «en la canasta familiar hubo un aumento del 150%. En diciembre de 2019 fue el período que más cercano estuvimos a ella, llegamos a cubrir el 80%. Ahora, un docente que recién inicia la carrera y tiene pocos años de antigüedad, ni con dos cargos cubre ese porcentaje». Encima «se pretende naturalizar que son dos cargas normales y aceptables, pero esas cuatro horas presenciales en las escuelas son una mentira, porque en realidad es la consecuencia de otras tantas horas de planificación, de elaboración de material didáctico que hace cada docente».

«Un docente que recién ingresa o que ya tiene 5 o 6 años de actividad, está en el orden de los 42 mil pesos por cargo, dependiendo de las responsabilidades, porque puede llegar a los 45 mil. La canasta familiar está en 85 mil pesos y no se puede afrontar» con los valores antes señalados.

SUELDOS ADEUDADOS

Además de las definiciones que pocas expectativas generan en el sindicato, se suman sueldos adeudados. En este contexto, Magno detalló que «el Plan Fines desde agosto del año pasado que no se abonaba, también las horas en distintas escuelas que no se pagan desde octubre y que se van resolviendo sobre la marcha. No hay una respuesta por parte del ministerio acerca de porqué surgen estos problemas».

Atech esgrimió que «hoy quien está generando ese distanciamiento para garantizar un inicio relativamente normal, es el Gobierno. Entendemos que el objeto es distanciar a los trabajadores de la educación del resto de la comunidad».

AUSENCIA DE PERATA

Mago apuntó a la ministro de Educación, Florencia Perata. «Está corrida de la decisión, tal vez por decisión política que habrá tomado el Gobierno o ella misma, pero nos parece impertinente, ni siquiera estuvo en la reunión con el ministro de Educación de Nación, Jaime Perzcyk, celebrada la semana pasada en Buenos Aires».