El paquete de más de dos billones de dólares busca tratar de contener el impacto económico de la pandemia.
En pleno aumento exponencial de la curva de contagio en Estados Unidos, el Congreso de ese país aprobó hoy por una amplia mayoría un paquete de estímulo fiscal valuado en más de dos billones de dólares, alrededor del 10% del PBI nacional, para enfrentar la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus.
El paquete de ayuda económica había recibido la media sanción del Senado, después de varios días de tensas y maratónicas negociaciones, y hoy fue finalmente fue aprobado por la Cámara de Representantes, es decir, por la mayoría opositora que la controla.
El presidente Donald Trump fue el impulsor del paquete, por lo que su promulgación en las próximas horas se daba por descontada.
El paquete de estímulo fiscal tiene un valor tres veces más grande que el aprobado hace más de una década para afrontar la crisis financiera desatada en 2008. Aquella vez, el paquete costó unos 700.000 millones de dólares.
El paquete de medidas aprobado incluye una partida de cerca de 250.000 millones de dólares para distribuir cheques individuales de 1.200 dólares a personas o familias que registren un ingreso menor a 75.000 dólares anuales, más 500 dólares por cada menor de 17 años a cargo, según la agencia de noticias EFE.
Asimismo, el Congreso aprobó una partida de 350.000 millones para destinar a préstamos para pequeñas empresas y otros 250.000 millones para ampliar los beneficios del seguro de desempleo.
También autorizó 150.000 millones de dólares para apoyar a la gestión de los gobiernos locales y estatales, y otros 130.000 millones para reforzar el sistema de salud ya que en los distritos más golpeados, como el estado de Nueva York, ya está saturado.
El paquete incluye un fondo de 500.000 millones para otorgar préstamos a los sectores productivos o comerciales más golpeados por la crisis desatada por la pandemia, por ejemplo las aerolíneas.
En principio, el gobierno de Trump y el oficialismo republicano quería que este fondo fuera administrado exclusivamente por el Departamento del Tesoro, es decir, por el Poder Ejecutivo.
Sin embargo, el oficialismo tuvo que ceder ante los reclamos de la oposición demócrata y ahora la gestión del ese abultado fondo estará supervisado por un inspector independiente -a ser designado- y tendrá condiciones, como un límite a los salarios que pueden percibir los ejecutivos de las empresas beneficiadas o la prohibición del uso de la ayuda financiera para la recompra de acciones, dos tipos de maniobras que se vieron tras los rescates de 2009.
Hace unos días, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que Estados Unidos iba en camino a convertirse en el foco principal de la pandemia de coronavirus y hoy ya supera a China en número de infectados, con más de 94.000 casos. Los muertos, además, se acercan a 1.500, según las cifras de la Universidad de Johns Hopkins, señaló Télam.