Habitantes de la pequeña localidad de Río Senguer, en Chubut, impidieron el paso del empresario Cristóbal López, que pretendía llegar con su automóvil a un establecimiento ganadero de su propiedad ubicado a 90 kilómetros del lugar. López fue identificado por vecinos, quienes no lo dejaron seguir camino y lo insultaron hasta que lo hicieron regresar.
El empresario tenía un permiso provincial para circular por su condición de empresario dueño del mencionado establecimiento. El jefe de Policía de la provincia, Miguel Gómez, confirmó el episodio a Clarín. Y aclaró que «la Policía no tuvo que intervenir, no hubo mayores desmanes. Sólo que la gente se opuso a que el empresario siga su viaje».
Chubut tiene, hasta ahora, un solo caso de coronavirus, que fue confirmado este miércoles por el ministro de Salud, Fabián Puratich. Se trata de una persona de 60 años, de Comodoro Rivadavia, que había regresado de Brasil el 23 de marzo y estaba realizando la cuarentena junto a su esposa cuando el martes se le detectó el virus.
La provincia tuvo recién ahora el primer caso debido a una rígida política de «blindaje» que estableció desde que se decretó la cuarentena obligatoria.
López, un empresario estrechamente ligado al kirchnerismo y procesado por hechos de corrupción, es muy conocido en la provincia. Oriundo de Comodoro Rivadavia, tiene allí varias empresas. Pero sobre todo, su potencial fueron los casinos que instaló en toda la Patagonia.
Este miércoles a la noche, en su vehículo intentó llegar a un establecimiento ganadero. Pero los vecinos de Senguer, pequeña localidad del Sur de la provincia con aproximadamente algo más de 6 mil habitantes, no lo dejaron pasar.
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«Andate a Buenos Aires a hacer la cuarentena», le gritaron y también lo insultaron. Tras una discusión que se prolongó al menos por media hora, López optó por retirarse del lugar y no seguir viaje a su establecimiento.
El protocolo en Chubut es tan «duro» que ni siquiera se permite que la gente se traslade de una ciudad a otra. Si bien Cristóbal contaba con un permiso, la gente lo interpretó como un «beneficio a los poderosos». Y por eso armó una especie de pueblada para no dejarlo pasar.
El hecho se produce a pocas horas de otro escándalo: el que protagonizó el conductor y dirigente deportivo Marcelo Tinelli. Un avión privado llegó al aeropuerto de Esquel, donde está pasando la cuarentena con parte de su familia, supuestamente para traerle medicamentos. Pero al no comprobarse, fue denunciado por el jefe del aeropuerto y ahora el caso es investigado por la Justicia Federal.