El presidente del gobierno defendió en el Parlamento la segunda prórroga del estado de alarma y pidió unidad.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, aseguró hoy que «el incendio» provocado por el coronavirus «comienza a estar bajo control», al defender en el Parlamento la segunda prórroga del estado de alarma que rige en España, al tiempo que pidió a la oposición «unidad» para movilizar en Europa apoyo para la «reconstrucción».
En una difícil intervención en medio del dolor y luto que atraviesa el pais por la pérdida de más de 15.000 vidas como consecuencia de la pandemia, el líder socialista admitió que «toda Europa llegó tarde» a la crisis del coronavirus, pero «España actuó antes».
«La magnitud global de esta pandemia es aterradora, vertiginosa. Son tiempos extraordinarios que requieren medidas excepcionales», subrayó Sánchez, quien de antemano cuenta con el respaldo parlamentario suficiente para validar la prórroga del confinamiento hasta el 26 de abril, pese a que la oposición se muestra cada vez más dura en sus críticas.
El político progresista remarcó que el confinamiento «está funcionando» y «tras una lucha agónica, el incendio comienza a estar bajo control», pero advirtió que todavía queda mucho por delante y que el «plan de transición» tras el confinamiento será «progresivo, escalonado y duro».
«Lo último que debemos permitir sería un desliz» porque «más que un retroceso, supondría una recaída», subrayó Sánchez, antes de advertir que solo habrá una «normalidad plena» cuando «el mundo disponga de una vacuna eficaz» contra la enfermedad.
Pese a la falta de confianza que le transmitió la oposición en las últimas semanas, el presidente del gobierno de coalición de España insistió en la necesidad de una actitud de «unidad y lealtad» y presentó oficialmente en el Congreso su propuesta de reeditar los «Pactos de La Moncloa» para la reconstrucción económica y social del país tras la pandemia, refiriéndose al gran acuerdo que se forjó en la transición de la dictadura hacia la democracia.
A diferencia de otros países del entorno, «la emergencia global» del coronavirus trajo en España una «crisis política», lamentó Sánchez, quien pidió a los políticos de su país que «contribuyan» en la Unión Europea para reclamar «sin fisuras» un «Plan Marshall».
“La Unión Europea está en peligro si no hay solidaridad (…) Ni la austeridad ni los recortes son el camino. Queremos que la reconstrucción comience por el estado del bienestar”, remarcó el dirigente socialista al comienzo de su intervención.
El líder del PP, Pablo Casado, le garantizó el voto favorable de la primera fuerza de la oposición pero no escatimó en críticas, incluso recuperando una frase que el fallecido dirigente socialista Alfredo Pérez Rubalcaba lanzo al ex presidente conservador José María Aznar tras los atentados islamistas del 11 de marzo de 2004 en Madrid.
“Los españoles merecen un Gobierno que no les mienta, merecen un Gobierno que les diga la verdad”, dijo Casado, para quien Sánchez tiene «nula» autoridad moral para pedir lealtad y unidad
El dirigente conservador acusó a Sánchez de mentir en la cifra de fallecidos por Covid-19, que podría ser el doble, según aseguro, y de buscar «una cortina de humo» con su oferta de reeditar el Pacto de La Moncloa con la intención de «eludir responsabilidades y culpas».
Por su parte, Santiago Abascal, el líder de la tercera fuerza política, el partido ultraderechista Vox, reiteró su pedido de renuncia para Sánchez y todo su gabinete por ser «los responsables de que España tenga la mayor tasa de mortalidad del mundo» por coronavirus.
«Las cifras oficiales son el gran bulo, la gran mentira de esta tragedia», sostuvo Abascal, cuyo partido rechazará la prórroga del estado de alarma pese a estar de acuerdo con la medida de excepción, mientras acusa al Ejecutivo de coalición formado por el Partido Socialista (PSOE) de Sánchez y Unidas Podemos, de ser «una caricatura chavista».
A su turno, el vocero de UP, Pablo Echenique, defendió la gestión del gobierno y pidió a Vox que «deje de envenenar a la sociedad» mientras al PP le reprochó que se parezca cada vez más a los ultraderechistas, señaló Télam.