El mandatario que tuvo coronavirus explicó las consecuencias psicológicas que de estar internado sin contacto durante 38 días y cuál fue el curso de la enfermedad.
El intendente de El Bolsón, Bruno Pogliano, regresó de Europa y fue diagnosticado con coronavirus. Finalmente fue dado de alta, habiendo superado su enfermedad.
Luego de 38 días de internación y aislamiento le llegó el test negativo. En todos los días que estuvo internado no tuvo ningún síntoma, ni fiebre ni tos: sin embargo, debió estar más de un mes dentro del hospital, sin ningún tipo de visita ni contacto con otras personas, más allá del médico, los enfermeros y el personal de limpieza, quienes entraban a la habitación a hacer el control una vez por día.
Afortunadamente, pese que a su familia viajó con él, ninguno se contagió. En El Bolsón, no hay circulación viral: los únicos dos contagiados fueron él y un menor que vino de Chile.
Actualmente, se encuentra retomando sus actividades y se dedicará, entre otros temas, a mejorar la situación económica, para reactivar todo en cuanto sea posible. También está pendiente de los reclamos recientes de la gente, por ingresos y salidas de la provincia.
La situación de Río Negro es más compleja, por lo que instauraron muchos controles en el acceso Norte de El Bolsón, especialmente debido a las personas que provienen de Bariloche, donde hay circulación local del virus. Las personas que van a El Bolsón desde dicha ciudad deben cumplir con el aislamiento obligatorio total.
“Esta es una enfermedad muy cruel, una enfermedad muy dura, que te puede matar. A mí me tocó la suerte, o Dios quiso, de alguna manera, que siga acá y que continúe con mis actividades, con mi familia, pero te puede matar”, comentó. Aconsejó a la gente de otras ciudades que, aunque no haya casos, mantengan las medidas de seguridad.
“Si la gente no cumple con la normativa vigente de no salir, de no circular, realmente pone en peligro no solo a él y a su familia sino a todos los ciudadanos de una localidad”, publicó Red43.