Dos meses después de haber iniciado la cuarentena en Sao Paulo para frenar la pandemia, el Gobierno del estado más rico y poblado de Brasil se debate entre entrar a un confinamiento total, por el aumento indiscriminado de los brotes, o evitar una catástrofe económica de la región.
La encrucijada será definida en los próximos días por el gobernador Joao Doria, que, a pesar de las medidas que ha implementado para fortalecer aún más la cuarentena, no ha logrado que la mayoría de la población paulista permanezca en sus casas.