La visita se extiende de esta forma alrededor de 48 horas respecto a la agenda inicial. Los enviados continuarán este sábado con la intensa agenda de reuniones que comenzó el martes pasado con funcionarios del Gobierno y representantes del sector empresarial y gremial.
La misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) permanecerá hasta el domingo en el país y este sábado continuará con la intensa agenda de reuniones que comenzó el martes pasado con funcionarios del Gobierno y representantes del sector empresarial y gremial, para analizar el escenario económico y social desde el cual la Argentina buscará acordar un nuevo programa de financiamiento con el organismo multilateral.
La visita se extiende de esta forma alrededor de 48 horas respecto a la agenda inicial, que contemplaba que los funcionarios del FMI debían estar de regreso en Washington durante el fin de semana.
En los cuatro días de trabajo que se cumplieron hoy, los enviados del Fondo pudieron analizar las cuentas públicas a través de las carteras de Gobierno, el contexto de recuperación productiva e inversiones que demanda el sector privado, y la mirada del dañado entramado social tras varios años de caída de la actividad económica y el efecto de la actual pandemia.
A partir de ese estado de situación, el Gobierno nacional espera poder iniciar el proceso de negociación con el board del FMI para alcanzar un nuevo programa que permita postergar al menos hasta 2024 los pagos por los desembolsos que el organismo otorgó al gobierno de Mauricio Macri, por US$ 45.800 millones.
Fuentes del organismo confirmaron que dentro del plan de negociación hay prevista una nueva visita para noviembre próximo, aunque aún falta definir la fecha precisa.
La nueva misión de noviembre tendría un carácter más profundo para avanzar en las negociaciones, a diferencia de la actual, que buscó tener una primera impresión de la realidad argentina por parte del mismo equipo que lideró el análisis de sustentabilidad de la deuda, a principios de 2020.
La premisa que hoy volvió a reiterar el presidente Alberto Fernández, al encabezar un acto de entrega de viviendas del programa Procrear, es que el Gobierno está «dispuesto a renegociar cualquier cosa pero sin postergar a los argentinos», es decir, sin apelar al programa de ajuste fiscal y social.
En esa sintonía se desplegó la visita que encabezaron Julie Kozack, directora adjunta del departamento del Hemisferio Occidental del FMI; y Luis Cubeddu, jefe de misión para Argentina, luego que la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva anticipara que la misión buscará “ayudar a la Argentina a definir unos objetivos de crecimiento a mediano plazo” y sin pedir un «ajuste adicional».
Al respecto, de lo que fue trascendiendo en las sucesivas reuniones, se desprende el interés del Fondo por abordar cuáles serían las condiciones más adecuadas para impulsar el desarrollo productivo, las exportaciones y la generación de empleo para hacer una economía más sustentable que pueda afrontar los pagos de la deuda.
Con matices, ese fue el tono que los enviados -a los que se sumó el representante permanente del FMI en la Argentina, Trevor Alleyne-, escucharon en las reuniones que mantuvieron esta semana con los directivos de la Unión Industrial Argentina y la Confederación General del Trabajo, entre otros interlocutores.
En el caso de los dirigentes industriales, encabezados por su presidente Miguel Acevedo, se abordaron los ejes vinculados a la inversión productiva, la competitividad integral, la productividad, la infraestructura, la formalización progresiva de la economía, la creación de empresas y el nuevo ecosistema laboral pospandemia.
En ese sentido, también destacaron «la necesidad de mejorar el perfil exportador del país a través de un sistema tributario que potencie la agregación de valor y los activos productivos en materia de industria, agro, servicios, energía y minería».
Algo similar escucharon hoy en el encuentro que mantuvieron con los miembros de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) con quienes dialogaron sobre la «necesidad de mejorar el clima de negocios e inversiones que hoy no hay» y para el cual se destacó el rol que tendrá el Consejo Agroindustrial para promoverlo.
Desde el sector sindical, la conducción de la CGT rechazó la implementación de reformas estructurales laborales, de reducción de jubilaciones y de empleados públicos y planteó mediante un documento que «la deuda no puede pagarse a expensas del sacrificio y la pobreza de los trabajadores».
Kozack, Cubeddu y Alleyne también cerraron hoy la serie de encuentros que comenzaron el martes con el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y a los que siguieron con otros funcionarios gubernamentales como el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, o el secretario de Energía, Darío Martínez, así como legisladores y representantes de la sociedad civil.