Una gran preocupación se generó entre las autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) por el estado de salud que atraviesan los ocho rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa, sobre todo aquellos que recibieron prisión perpetua, luego de que se conociera que padecen una depresión que podría llevarlos a tomar una drástica decisión.
Desde que fueron detenidos por el asesinato de Báez Sosa hasta la actualidad «jamás se pelearon a golpes de puño», porque los guardias los tenían «bien custodiados».
«Si bien pudo haber ocurrido alguna discusión, no pasó de eso», precisaron las fuentes consultadas ante el hermetismo del SPB.
Los ocho rugbiers estuvieron todo este tiempo en la alcaidía de Melchor Romero, pero entre el 1 de enero y el 6 de febrero fueron alojados solos en un penal de Dolores por el juicio que se llevó a cabo y por el que le dieron una pena de prisión perpetua a Máximo Thomsen, Ciro y Luciano Pertossi, Enzo Comelli y Matías Benicelli, mientras que recibieron 15 años por ser partícipes secundarios Ayrton Viollaz, BLas Cinalli y Lucas Pertossi.
«Ellos estaban mal antes del juicio, imaginate ahora ya condenados de esta manera», explicó la fuente penitenciaria consultada por Noticias Argentinas.