El Gobierno cumple hoy su primer mes de gestión y con ello también cada uno de los equipos que conforman el gabinete. Durante esos 30 días, el titular del Palacio de Hacienda, Luis Caputo, puso en marcha una batería de medidas que dieron el puntapié inicial para trazar el rumbo de la economía que viene.
A dos días del inicio de su gestión, Caputo anunció sus primeras diez medidas, que incluyeron desde una devaluación que llevó a la cotización del dólar mayorista a $800, una suba del impuesto PAÍS para las importaciones al 17,5% y un alza en las retenciones al 15% en algunos productos, todavía pendiente.
También se informó una baja de los contratos laborales del Estado que no tengan más de un año de vigencia, una reducción de las transferencias discrecionales a las provincias, la suspensión de las licitaciones de nuevas obras públicas y la cancelación de las que no hayan comenzado junto con un plan de recorte de los subsidios de tarifas de energía y transporte.
Más adelante se avanzó con otra serie de modificaciones. Entre ellas que el Banco Central explicó que mantendría un desplazamiento mensual del dólar oficial del 2%. Si bien la autoridad monetaria no detalló por cuánto tiempo se sostendría esta decisión, despertó mucha inquietud entre los distintos sectores económicos porque es una evolución que se ubica muy por debajo de las proyecciones de inflación.
La autoridad monetaria también estableció que la tasa de interés de referencia dejó de ser la de las Letras de Liquidez (Leliq) y pasó a ser la tasa de los pases pasivos a un día de plazo, que se redujo al 100%, mientras que la de los plazos fijos quedó en 110%. En tanto, se dispusieron cambios sobre los plazos fijos UVA precancelables, cuyo mínimo pasó de 90 a 180 días.
A su vez, se oficializó el Bopreal, un bono en dólares que el BCRA ofrece a los importadores con el objetivo de saldar la deuda comercial -que según un informe de la autoridad monetaria, el tercer trimestre de 2023 llegó a US$41.600 millones-, pero en las primeras dos licitaciones el interés estuvo muy por debajo de lo esperado por el Gobierno.
Además, se liberaron algunas restricciones sobre los dólares financieros: se fijó un tiempo de “parking” de 24 horas (un día) entre la compra en pesos y la venta en dólares para todos los activos y se dispuso que no habrá limitaciones en la cantidad de transferencias mensuales hacia las cuentas en dólares.
Durante las primeras semanas de la gestión Milei, las cotizaciones del dólar blue y los financieros se mantuvieron estables y por la suba del oficial, la brecha cayó al 10%. Sin embargo, en el inicio de este 2024 comenzaron a recalentarse el MEP y el CCL, esa distancia cambiaria se acerca al 40% y se encendieron las primeras alarmas para Caputo.
En paralelo, el Ejecutivo publicó dos de sus iniciativas más contundentes para modificar las regulaciones sobre la economía. La primera fue el mega DNU, que incluyó entre otras cosas la derogación de la Ley de Alquileres, la Ley de Góndolas, la Ley de Abastecimiento, la transformación de las empresas del Estado en Sociedades Anónimas y la eliminación de las restricciones de precios sobre la industria prepaga, que cristalizó el objetivo de liberar los controles de precios sobre todos los sectores de la economía.
Luego, se mandó al Congreso la denominada Ley Ómnibus, que incluye la eliminación de la fórmula de movilidad previsional, prevé que el Estado no intervenga en los precios de la nafta y el gasoil, estipula un nuevo marco regulatorio para el gas natural y la energía, y propone un blanqueo laboral y de capitales.