El Gobierno desplazó este sábado a Florencia Misrahi de su cargo como titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), ex AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos). Fuentes oficiales afirmaron que Javier Milei tomó esa decisión tras una serie de desacuerdos entre la funcionaria y el Ejecutivo.
El cambio en la dirección de ARCA se produjo a tan solo un mes de la reestructuración de la AFIP anunciada en octubre de 2023, cuando el gobierno de Milei reveló su intención de modificar el organismo tributario, que pasaría a llamarse ARCA. Esta transformación tenía como uno de sus principales objetivos la eliminación de los altos salarios que se percibían en la institución, lo cual generó tensiones internas.
Según informaron fuentes del Gobierno a Clarín, Misrahi se negaba a resignar su sueldo, que llegaría a unos $35 millones mensuales. Las versiones de su salida comenzaron casi desde que la ex AFIP se transformó en ARCA, en octubre de este año. En ese momento, el Gobierno anunció que reduciría los sueldos de los cargos jerárquicos del organismo recaudador para emparejarlos con los de los ministros del Gabinete, algo que nunca ocurrió.
Misrahi llegó a ese puesto desde la actividad privada. De perfil técnico, trabajó largo tiempo en el estudio contable de Lisicki, Litvin y Asociados, uno de los más grandes del país.
El Gobierno y los impuestos a los «influencers»
En el Gobierno le explicaron al mencionado medio que, además de que nunca se concretó la baja salarial de los directivos del organismo, Milei estaba muy descontento con algunas de las últimas medidas tomadas por ARCA.
Una de esas medidas fue la decisión conocida esta semana, que indica que el Estado comenzaría a cobrarle impuestos a los «influencers» de las redes sociales y otros creadores de contenido virtual, que deberán registrarse en la AFIP para comenzar a tributar.
En ese sentido, la Resolución 5607 de ARCA incorporó la actividad «731002 de servicios de creación, edición, producción, difusión y/o publicidad de contenido audiovisual que sean utilizados y/o reproducidos a través de redes sociales, aplicaciones tecnológicas y/o plataformas digitales y otras actividades económicas vinculadas a creadores de contenido». Con ese nuevo régimen, por ejemplo, los influencers y youtubers deben comenzar a pagar impuestos por las ganancias que obtengan de su actividad.