El presidente Javier Milei ratificó durante su discurso en el Congreso de Paraguay que la embajada argentina en Israel será trasladada a Jerusalén en 2026.
La decisión, que afianza la alianza con el gobierno de Benjamin Netanyahu, se produce en medio del conflicto bélico en Gaza y genera reacciones a nivel internacional.
Un anuncio con profundo significado estratégico
Milei afirmó que «no son muchos los países que se plantan del lado del bien y de la verdad» al referirse a su decisión de mudar la sede diplomática. Paraguay ya realizó este movimiento en diciembre de 2024, marcando un precedente en la región.
El largo camino hacia el traslado
El mandatario había anunciado por primera vez esta medida durante su visita al Parlamento israelí en junio, donde expresó sentirse «orgulloso» de la decisión. La promesa de campaña se había reiterado en múltiples oportunidades, pero recién ahora se confirmó la fecha concreta para 2026.
Jerusalén: el corazón de la disputa geopolítica
El estatus de Jerusalén representa uno de los puntos más sensibles del conflicto palestino-israelí. La mayoría de las embajadas permanecen en Tel Aviv para no interferir en las negociaciones sobre el estatus definitivo de la ciudad, especialmente desde la anexión de Jerusalén Este en 1967.
Reacciones internacionales y postura argentina
La medida sigue los pasos de la administración Trump, que en 2017 reconoció a Jerusalén como capital de Israel. Milei enfatizó que su gobierno «afirma el derecho de Israel a la legítima defensa» y busca profundizar los lazos culturales, diplomáticos y comerciales entre ambos países.
La decisión de trasladar la embajada a Jerusalén marca un punto de inflexión en la política exterior argentina, alineándose con posturas que han generado divisiones en la comunidad internacional. El movimiento tendrá implicancias significativas en las relaciones diplomáticas de Argentina con otros actores globales. Información extraída del medio TN.